Vivir dos años en Pandemia nos transformó no sólo la vida cotidiana, sino también, nuestro interior (por lo menos a muchos sí, y en variados aspectos). ¡Que se acabe esta época de virus mutantes, inciertos y funestos porque si esto sigue extendiéndose, sospecho que terminaremos así por dentro y por fuera...
No hay comentarios:
Publicar un comentario