MOTIVO

Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)

sábado, 24 de octubre de 2020

VICENTE SARDELICH BRIAN, SIEMPRE EN MI CORAZÓN

La muerte nos ronda permanentemente, escuchamos hablar de muerte todo el tiempo, nos enteramos de muertes cercanas y lejanas, cotidianamente, somos testigos de miles de muertes por la Pandemia, día tras día, y tratamos de procesarlas como podemos. Cuando la muerte llega a un ser querido es, aún, mucho más duro atravesarla. Estoy conmocionado y muy dolido.
Anoche recibí la luctuosa noticia del fallecimiento de Vicente Sardelich Brian, quien fuera mi productor discográfico, primero, y representante, después. Él, junto a Beatriz Lupo, me recibió en CBS, siendo Director Artístico de la compañía, cuando me presenté con diecisiete años y dos canciones grabadas en un cassette para probar suerte como cantante. Él y Beatriz, fueron los que confiaron en mí, los que aprobaron mi contratación, los que creyeron en mis condiciones e impulsaron mi lanzamiento, los que me dieron la posibilidad de hacer un camino dentro de la música.
Vicente, mi querido Vicente, fue, también el productor ejecutivo de mis primeros cuatro discos, los más exitosos, los que más vendieron, los que permitieron que mis canciones recorrieran casi todo el mundo de habla hispana. Vicente fue el que me acercó la canción “Clásico” e insistió para que fuera el tema de difusión de mi primera producción, que después se transformó en “boom” musical en muchos países de Latinoamérica. Vicente fue el que creyó que “Recién te conozco y te quiero” iba a trascender masivamente con la fuerza y notoriedad popular que después tuvo a nivel internacional. Vicente fue el que confió en “Porque tú eres mía” como tema central de mi tercer disco para obtener los buenos resultados en los charts de varias regiones latinas. Vicente me acompañó en la decisión de apoyar “Te voy a contar un secreto” como punta de lanza del cuarto disco y volver a posicionarme en los rankings de ventas.
Además de trabajar varios años en RCA Víctor, cuando pasó a lo que hoy es Sony Music, fue director artístico y productor ejecutivo de Pimpinela, María Martha Serra Lima, Soda Stéreo, Los Enanitos Verdes, Marilina Ross, Paz Martínez, Virus, Nacha Guevara, Piero, Factoría, Sumo, Enrique Llopis, Estela Raval y Rodolfo Mederos, entre muchos otros.
Vicente creyó tanto en mí, que decidió dejar su importante cargo en la compañía discográfica para ser mi manager y así, acompañar mi trabajo desde un lugar más inmediato, transformándose en gestor de giras, producciones y contratos que incrementaron el desarrollo internacional de mi carrera.
Vicente fue el impulsor, también, de mi faceta como conductor televisivo y un puntal anímico para que decidiera continuar mi trayecto artístico en México, cuando resolví radicarme allí.
Vicente Sardelich Brian fue esencial en mi vida profesional y un ser humano franco, humilde, bondadoso, divertido, sensible, contemplativo, respetuoso, desinteresado y honrado. Alguien que se adaptaba a las circunstancias sin conflictos, ni enfrentamientos, de alma noble y espíritu leal, a quien quise mucho y de quien recibí afecto sincero, siempre.
Despedirlo, sin siquiera haber podido acompañar sus restos, me entristece inmensamente, me produce angustia, me da impotencia. Lo recuerdo y evoco en las redes sociales con algunas fotos que encontré de los tantos momentos compartidos, pero, fundamentalmente, lo llevaré latente y presente, siempre, en mi corazón.
VICENTE SARDELICH BRIAN - 1943-2020 - Q.E.P.D.

lunes, 12 de octubre de 2020

DESEO FERVIENTE

Antes, el 12 de octubre era “El día de la raza”, hoy, es “Día del Respeto a la Diversidad Cultural” y me parece correcto que vayamos avanzando en denominaciones y términos más amplios y considerados. También me gustaría mucho que nuestra raza, la humana, además de adaptarse a las épocas con expresiones y enunciados inclusivos y abarcativos, empiece a modificar, realmente, su formas y estructuras sociales. Que seamos menos interesados, menos codiciosos, menos egoístas, menos engañosos, menos malintencionados, menos hipócritas, y más, mucho más solidarios, más fraternales, más bondadosos, más armónicos, más contemplativos, más altruistas, más sinceros, más cordiales y más honrados. Lo deseo fervientemente. De verdad.

sábado, 10 de octubre de 2020

INDIVIDUAL Y COLECTIVO

Para aquellos que no tienen ingreso y hace meses, no pueden generar dinero porque su profesión no es, supuestamente, esencial o la situación pandémica les complicó su trabajo, todo lo que se hizo y se hace por el cuidado de la salud, les parece ineficaz e inútil. Para los que fueron y son asintomáticos, sin mayores complicaciones en el desarrollo de su contagio, toman con cierto respeto y algo de ligereza, el tema del Coronavirus. Para los que sufrieron la enfermedad COVID19 y la pasaron mal, con falta de oxígeno, fuertes dolores en el cuerpo, utilización del respirador en terapia intensiva y el temor de no recuperarse, saben lo que realmente es este virus maldito que nos modificó la vida. Para los que perdieron y pierden un ser querido, sea familiar, amigo o conocido, todo lo que se haya realizado y concrete en pos de la prevención y la asistencia médica, queda diluido por el desconsuelo, la impotencia y el dolor de no poder hacer nada ante una realidad casi inexplicable, que nos iguala en angustia, calvario y duelo. Las muertes son muertes en todas partes del mundo, se tenga la idea política que se tenga. No termino de entender a los miserables que trasladan semejante tragedia a un plano partidario o ideológico; su ingratitud e indiferencia es tal, que alcanzan lo indigno y despreciable del ser humano. Más allá de los que minimizan la muerte y la naturalizan altaneramente, creyéndose superiores, si queremos mejorar el mundo de verdad, es hora de replantearnos muchas cosas desde lo individual y transformarlas desde lo colectivo. De lo contrario, seguiremos inmersos en el desamparo y la desolación.

viernes, 9 de octubre de 2020

SUBVALORACIÓN

La realidad indica que a muy pocos les inquieta la mezquindad con la que se trata al entretenimiento en general; un gran porcentaje de protagonistas están más preocupados en ver cómo hacen para gestar recursos económicos por medio del "streaming", que en concentrar esfuerzos para desarrollar alternativas enriquecedoras a futuro. Nada es fácil, cada vez menos, pero existe una subvaloración artística y una mediocridad ascendente, que nos invade, aunque no lo deseemos. Parte de esa subvaloración, muchas veces, la producen ciertos artistas, que por sobrevivir tienen que cobrar lo que sea por su trabajo, o en muchos casos, hacerlo gratis con la excusa de mostrarse; Incluso, existen pseudo artistas que pagan por tocar en tal o cual lugar o junto a personajes populares, bastardeando la profesión, con el solo hecho de figurar, creyendo que esa es la forma de llegar a la gente. El público que se cautiva con la música, lo hace por emociones, sensibilidades y vibraciones naturales, genuinas, y merece la misma devolución noble y sincera de la otra parte. En fin… cosas que pienso en estos días pandémicos…

domingo, 4 de octubre de 2020

TRISTE PERO REAL

El problema no está en que los artistas estemos enclaustrados por la Pandemia, el dilema es que la misma industria de la música, desde hace años, se olvidó de las personas y priorizó el negocio; No importa el talento, solo el efecto, no interesan las formas, solo los resultados, no valen las emociones, solo las consecuencias. Hoy somos los “likes” que tenemos, los seguidores que conseguimos, los comentarios que amontonamos. Todo está igualado, vulgarizado, aplanado; pareciera dar lo mismo cantar afinado que desentonado, componer con inspiración y poesía, que escribir perogrulladas mientras se va al baño, pero no… no da igual, aunque quieran hacernos creer lo contrario. Hay responsables directos de la chabacanería reinante y muchos cómplices, que, por algunos billetes, ceden ante la mediocridad. Triste pero real.