Me gusta reconocer a los artistas
que han marcado un camino dentro de nuestra cultura y mucho más cuando esa
persona ha sido un ejemplo dentro del medio como el apreciado Duilio Marzio, actor
prestigioso y reconocido por todos. Un hombre que ha mantenido una conducta
profesional y personal basada en el respeto, la buena educación y cordialidad
permanente. Rescato, además de su porte como galán cuando joven y fina
elegancia en sus años adultos, el constante buen trato que ha sustentado
siempre con sus compañeros de trabajo y ese estilo cortés, gentil que lo
caracterizaba para con amigos, conocidos y circunstanciales acompañantes en
fiestas o reuniones.
He tenido el gran gusto de
tratarlo en una época de mi vida, cuando a mis 20, 22 años cenábamos varias
veces por semana junto a mi querido Leonardo Favio, y él, muchas veces, asistía
a esas cenas compartidas con distintos personajes cercanos a Favio, como uno de
los afectos que Leonardo destacaba entre la gente que había trabajado a su lado
en su carrera. Compartieron varias películas actuando en las décadas del ´50 y
´60 y de allí la cercanía y el cariño.
Era todo un señor, amable y cálido,
que sumaba esas condiciones humanas a su faceta como actor, agregando las
condiciones que ostentaba como intérprete, que lo hacían efectivo, verdadero y
talentoso.
Hoy, a los 89 años, dejó de
existir físicamente, pero seguramente continuará presente en todos los que lo
disfrutaron artísticamente, conocieron personalmente y sabrán de él en el
futuro, seguramente, cuando se mencione la lista de inolvidables actores
argentinos que conformaron la historia grande de nuestra escena nacional.
Siempre es triste despedir a la
gente buena, a los que han llevado adelante una coherencia de vida y un respeto
por el otro y por sí mismo como lo hizo invariablemente Duilio Marzio, por eso me
apena y entristece mucho su marcha.
Adiós, Duilio; gracias por tu
entrega y por tu arte.
DUILIO
MARZIO
Nacido en Buenos Aires en noviembre de 1923, Duilio
Marzio debutó teatralmente en 1949, con amplia actividad cinematográfica en los
50 y el 60, década en la que estudió en el afamado Actor´s Studio de Nueva
York, donde sus condiscípulas fueron Marilyn Monroe y Viveca Lindfors.
Se dice que entonces convenció nada menos que a
Betty Davis para venir a filmar a la Argentina , pero que ningún productor se mostró
interesado.
Tuvo también papeles en distintas series
televisivas y fue un reconocido activista de los derechos de los actores,
presidiendo la Asociación
entre 1964 y 1968.
Muy apuesto hasta sus últimos días, fue un
cotizado galán desde los años 50 y un habitual concurrente a los estrenos
teatrales junto a su amiga Diana Ingro, quien estuvo junto a él cuando recibió
el Premio ACE 2008-2009 como mejor actor por "El último encuentro",
de Sándor Márai.
Aunque de avanzada edad, Marzio no arrastraba
ninguna enfermedad crónica y en los últimos meses había comenzado a ensayar
para una obra teatral.
El mes pasado fue sometido a un by pass
coronario con resultados satisfactorios pero días después fue internado por
distintas dolencias, y falleció de un paro cardiorrespiratorio esta madrugada a
las 4.30, informaron allegados al artista.
Nacido como Bruno Duilio Ferruccio La Stella , era hijo de un
clarinetista italiano que tocaba en funciones del cine mudo, estudió abogacía y
música y tuvo un promisorio debut en las tablas con "Fin de semana",
de Noel Coward, junto a un elenco estudiantil.
Fue discípulo de Antonio Cunill Cabanellas,
quien lo dirigió en "Antígona", en el Instituto de Arte Moderno,
oportunidad en que Leopoldo Torre Nilsson quedó prendado por su estilo y lo
incluyó en el elenco de "Días de odio" y "La tigra" (ambas
de 1953).
También actuó en "El proceso de Mary
Duggan", "Trampa para un hombre solo", "Becket" -junto
a Lautaro Murúa-, "Equus", "Gigí", "Borges y
Perón", con la que realizó amplias giras, y "Las tres caras de
Venus" (2005), de Leopoldo Marechal, con Beatriz Spelzini como coequiper.
Su manejo del idioma inglés le permitió hacer
giras con unipersonales por distintas universidades norteamericanas, además de
poder filmar en esa lengua junto a figuras como Leslie Caron, William Hurt y
Robert Duvall.
Entre otras películas argentinas, se destacó en
"Sinfonía de juventud", "Ayer fue primavera", "La Tierra del Fuego se
apaga" -dirigida por el mexicano Emilio "Indio" Fernández-,
"El curandero", "El amor nunca muere", "Edad
difícil" y "Surcos en el mar".
También se lo vio en "Todo sea para
bien", "Continente blanco", la emblemática "El jefe",
"La caída", "En la ardiente oscuridad", "El
candidato", "Un guapo del 900", "Paula cautiva",
"Primero yo", "Extraña ternura" y "La Raulito ", en 1975.
En las últimas décadas se lució en "Pobre
mariposa", de Raúl de la
Torre , "Guerreros y cautivas", de Edgardo
Cozarinsky, "La peste", de Luis Puenzo, "Las manos", de Alejandro
Doria, "¿De quién es el portaligas?", de Fito Páez,
"Horizontal/Vertical", de Nicolás Tuozzo, y "Silencios", de
Mercedes García Guevara, de 2009, su última incursión frente a las cámaras.