MOTIVO

Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)

miércoles, 18 de julio de 2012

TE QUIERO, PUPY

Hoy es su cumpleaños y coincidentemente, hace unos días, inicié aquí un espacio dedicado a mi gente querida, a los que siento cercanos a mi afecto, a los que llevo en mi corazón, a los que forman parte de mí desde el amor y digo, coincidentemente, porque comencé este espacio especial del blog al que titulé TE QUIERO, con su madre, Carola Leyton, quien dio a luz a María Salomé.
Carola y Leonardo, sus padres, la concibieron desde el fruto del amor y desde allí la recibieron también Nico, su hermano, el Tato y la Tata, sus abuelos y todos los que estuvimos cercanos a su nacimiento ese lunes 18 de julio. Lo hizo a las 4.30 de la madrugada en el sanatorio Argentino de La Plata y pesó 3,800 kgs.
Su nombre la describe en esencia y alma. María, nombre de la primera mujer, nombre de la madre de Jesús, símbolo de amor puro y profundo. Salomé es un nombre femenino de origen hebreo “Shalem” y su significado es “Aquella que está en paz”. Y María Salomé Jury refleja exactamente lo que su nombre representa: Amor puro y profundo con la sensibilidad pacífica de su alma noble.
La conozco desde que nació, la vi crecer en sus primeros años, la vi partir con sus padres y hermano a otros horizontes que la llevaron a México y después a Colombia, la supe extrañar junto a toda su familia en esos años de exilio casi obligado, me sentí feliz de verla volver a Argentina, de vislumbrarla adolescente, bella, tierna, de saberla sensible, creativa y pura, de percibirla ya mujer, siempre tierna, siempre bella, de sentir su cariño de “hermanita postiza” (como ella suele decir).



Me une a ‘Pupy’, tal su apodo desde niñita, y a su familia entera un cariño genuino, nacido desde el más puro afecto, sin intereses de por medio más que el sentimiento de amistad, me gratifica saber que su enorme capacidad de amor, abarca también a mi madre y hermano, me gusta ser testigo de sus logros cotidianos y poderle decir que cuenta conmigo para lo que necesite, siempre.
Cuando John Lennon era muy pequeñito, le preguntó a su madre: "Mamá, ¿cuál es la moraleja de la vida?" Y su madre le respondió: "Sé feliz". Otro día en la escuela, la maestra de John Lennon le dio una tarea donde le preguntaba qué quería ser cuando fuera grande, y John Lennon respondió que quería ser feliz. Al día siguiente, la maestra le dijo: "Usted no entiende la tarea". Y John Lennon contestó: "Y usted no entiende la vida". 
‘Pupy’, ‘Pupita’, ‘Pupeta’, Salomé, María Salomé intenta entender la vida, como muchos que anhelamos encontrar un mejor tránsito por este plano terrenal que nos toca en suerte y por eso procura vivirla con felicidad y sabe que esa felicidad tan deseada, forma parte de la búsqueda y las ganas que uno ponga para encontrarla.
¡Felicidades, Pupita!
TE QUIERO, PUPY DE MI CORAZÓN.

domingo, 15 de julio de 2012

JORGE LUZ Y SU DIGNIDAD


Dignidad significa “calidad de digno”. Deriva del adjetivo ‘dignus’, que se traduce por ‘valioso’; es la cualidad que hace valioso, respetable, a un ser por sí mismo, por el mero hecho de existir.
Tradicionalmente se ha asociado el término dignidad con las cualidades de racional y autónomo, esto es, con el ser humano capaz de decidir sobre su vida. Y esto hizo Jorge Luz siempre: elegir quién ser, cómo ser, por qué ser.

Sus elecciones personales y profesionales, se destacaron invariablemente por la valentía, y la decisión, como cuando resolvió dejar sus estudios en la escuela Otto Krause y comenzar una carrera como actor junto a su hermana Aída, primero en radio, después en cine, teatro y más tarde en televisión.
Cuando menciono su dignidad, lo remarco con fuerza, porque la ha mantenido hasta sus últimos días y soy testigo presencial de eso, cuando hace dos años me lo cruzaba asiduamente en el edificio de Radio Nacional, esperando para ensayar o grabar el radioteatro que desde hace más de 20 años dirige Nora Masi allí, seguramente por un sueldo muchísimo menor al que podría haber recibido en televisión, por ejemplo, de haber aceptado las ofertas “irrespetuosas” de ciertos productores artísticos, que le acercaban propuestas menores en papeles secundarios de programas populares. Esa misma dignidad que mantuvo en su vida personal, a través de su decisión sexual, siendo siempre respetuoso de sí mismo y de los demás.
Ha sido uno de los exponentes más histriónicos de nuestra escena nacional, con una gracia y simpatía natural que lo hacían aún más cómico y divertido, mérito que no le coartó incursionar en rubros tan disímiles como el sainete, la zarzuela, el teatro clásico y la comedia musical, además del humor de comedias en radio, teatro, cine y televisión, como ya mencioné.
Me animo a decir que trabajó con los más grandes actores y actrices de nuestro país, siendo él mismo, un destacado prototipo del talento nacional; desde Niní Marshall, de quien fue socio, amigo y partenaire, pasando por Nelly Láinez, Malvina Pastorino y Jorge Porcel, junto a quien formó una dupla inolvidable como “La Tota y La Porota”, hasta sus compañeros de “Los Cinco Grandes del Buen Humor”, Zelmar Gueñol, Rafael Carret, Guillermo Rico y Juan Carlos Cambón. También hizo imitaciones que quedaron en la memoria del público como las de Berta Singerman y Tita Merello. Fue dirigido por cientos de directores como Cecilio Madanes en teatro, por mencionar uno con los que más trabajos realizó: “Los chismes de las mujeres”, “Las aventuras de Scapin”, “La zapatera prodigiosa”, “Una viuda difícil”, “La pérgola de las flores”,  “La verbena de la paloma” y “Sábado, Domingo y Lunes”.
Tuvo una vida feliz, plena, completa. Nos regaló su arte, su ‘chispa’, su humor, su ‘clase’, bajo el manto de la simpatía, la ocurrencia, la cordialidad, la agudeza y afabilidad que siempre lo caracterizó. Vivió, trabajó e hizo lo que quiso, durante 90 años, anteponiendo sus principios dignos, los que aprendió desde chico, continuó de joven, consolidó como adulto y mantuvo en su vejez.
Adiós, Jorge Luz, tu talentosa presencia, buen nombre y honor ya forman parte de la historia cultural argentina. 

sábado, 14 de julio de 2012

TE QUIERO, CAROLA


En una época donde estamos rodeados mayormente de maltratos, violencia, mala educación, insatisfacción, agresividad, chabacanería, indecencia y materialismo, entre otras cosas, se me ocurrió compartir en este pequeño espacio cibernético, mi cariño. Algo tan simple y genuino como el afecto, el aprecio, la estima, el amor. Ese amor que me acompaña desde hace tanto tiempo en mi profesión, cantando, siendo eje central de mi repertorio y ese mismo amor que siento por mi familia y amigos queridos. Una muletilla que me acompaña desde que inicié mi carrera artística en las entrevistas y reportajes, es la frase: “El amor es la base de nuestras vidas”, y es así, lo pienso sinceramente así, porque más que una expresión repetida, es un sentimiento verdadero que llevo dentro mío.
¿Qué mejor cosa es poder tener amor por alguien o saberse amado? Sentir esa impresión amorosa en la piel y en el alma, debe ser una de las emociones más completas que podemos tener los seres humanos. Y justamente, porque en mi vida cotidiana estoy rodeado de amor, es que quiero dejar testimonio de MI amor en una forma franca, espontánea, sencilla y humilde por aquellos que siento cariño, afecto, apego, predilección, interés, simpatía, estima… AMOR.
Lo iré haciendo esporádicamente y cuando pueda, como acostumbro a escribir aquí. Sin atarme a intereses de ninguna índole, solo movilizado por el sentimiento puro del amor por el amor mismo, por el cariño, la amistad, la ternura y la sensibilidad.
Habrá días en que me inspire bocetear algunas líneas y las acompañe junto a las imágenes de las personas homenajeadas; habrá momentos en que solo serán fotografías del elegido o la elegida del día y existirán, seguramente, otras oportunidades en las que me explayaré, indistintamente, o solo publicaré fotografías.
Quizás es una decisión muy personal, es un gusto íntimo, individual, pero es una manera, también, de que los visitantes de este blog, sepan quiénes son las personas que están cerca de mi corazón y así, enterarse un poco más sobre mí; dicen que uno también ES a través de la gente que quiere y por los que lo quieren a uno, entonces, será un modo más de mostrarme cómo soy.
Muchas veces, en la vida cotidiana, no acostumbramos a decirnos reiteradamente que nos queremos, que nos amamos, que nos simpatizamos, porque más allá de prejuicios y timideces, sería entre incómodo y latoso hacerlo insistentemente, repetidamente; por eso me parece gratificante este modo simple y directo de comunicación afable.
Para iniciar esta “Sección Amorosa”, elegí a una mujer que conozco desde mis cinco años y hasta el día de hoy continúa cercana a mis afectos más queridos. Fue la compañera y musa inspiradora de muchísimas canciones compuestas por otro ser entrañable para mí: Leonardo Favio. Es la madre de mis queridos “hermanitos” Nico y María Salomé, Pupy. Es hija de “El Negro Gregorio” y Chola, los buenos de “El Tato” y “La Tata”. Es "LA" amiga de mi madre, Celia. Es hermana de Teresita. Es cuñada del "Negrito" Zuhair y concuñada de Marta. Es la tía de Luciana Jury y otros sobrinos mexicanos. Es también cuñada de Horacito Labraña, amiga de Elizabeth Lettner y querida por mucha gente más. Es argentina, platense, nacida en la Ciudad de La Plata. Se llama Carola Zulema Leyton, una mujer cabal, luchadora, compañera, generosa, valiente, bondadosa, inteligente, cálida, bonita, optimista, alegre, pensante, entusiasta, pasional, tierna, dedicada, positiva, demostrativa, emprendedora, paciente, enfática e incondicional. Una persona hermosa por fuera y por dentro. Entre las variadas virtudes, rescato su integridad moral y el cariño que siempre me brindó, a mí y a mi familia. Quiso mucho a mi padre, quiere mucho a mi vieja, a mi hermano y nosotros la amamos a ella.
Porque la quiero, la respeto, la llevo en mi corazón y porque quizás mi timidez, muchas veces, me cohíbe de decírselo en persona, le dedico esta primera entrega de “Te Quiero”.
CAROLA, TE QUIERO.

jueves, 5 de julio de 2012

¡GRACIAS ROMÁN!


Cuando alguien forma parte de la historia de un club de fútbol, como Juan Román Riquelme en Boca, no existen juicios de valor posibles que pongan en duda nada de lo que ofrendó durante muchos años de relación idílica. Cuando un jugador ha entregado todo dentro de la cancha, como lo hizo siempre Román, no se le puede reprochar absolutamente nada. Cuando se es un referente casi irremplazable del equipo como él, no hay forma de crear incertidumbre ni titubear por algo que haya hecho o haga dentro de un campo de juego. Cuando se ha brindado por completo con una camiseta, en este caso la de Boca Juniors, durante 16 años de su vida y se han obtenido los mayores logros existentes para un equipo, alcanzados con y por Juan Román en algunos casos, tampoco se pueden plantear resquemores. Lo único que le queda a uno como simpatizante, hincha o fana de Boca, es agradecerle las inmensas alegrías que nos dio durante tanto tiempo.
Es inevitable ser el centro de las polémicas, de las discusiones, de los disímiles pareceres, de las pasiones, de los odios, de los elogios y de todo el folclore que rodea al fútbol, cuando se es uno de los mejores o el mejor jugador. Y Román ha sido y es eso: uno de los mejores o el mejor. Siempre existirán opiniones diferentes, puntos de vista opuestos, enfoques personales y sensaciones particulares; lo que nunca se puede dejar de reconocer es la total entrega que Riquelme ha dado durante toda su carrera deportiva y la innegable identificación que tiene con Boca y  con sus hinchas.
Como admirador de su fútbol e hincha pasional que soy de Boca, le estoy eternamente agradecido a Román por todo lo que nos ha dado como jugador: sus gambetas, su tranco aletargado (que tantas críticas ha tenido en Boca y en la Selección Argentina y que tantas satisfacciones nos brindó), su exactitud en los pases, su visión de juego, sus tiros libres, su inteligencia y rapidez mental dentro de la cancha, sus exquisitos pases al vacío, sus infinitos toques de calidad, sus goles, sus cientos de pases-gol para que otros convirtieran, su liderazgo, su solvencia indiscutida, su sentimiento bostero y su esencia de jugador noble y genuino, dos rasgos importantes que lamentablemente van desapareciendo en las generaciones que van llegando. Noble, porque su nobleza es genuina y genuino, porque su autenticidad es noble; parece un juego de palabras, pero no lo es, porque realmente es muy difícil encontrar en los tiempos que corren, un jugador que se mantenga en el mismo equipo durante 16 años, más allá de su paso por España en Barcelona y Villarreal. Riquelme es Boca y Boca es Riquelme, por lo menos hasta el día de hoy, donde con total tristeza anunció su despedida del club, después de la derrota en la final de la Copa Libertadores de América frente al Corinthians de Brasil.

Seguramente, de aquí en más, existirán infinidad de comentarios, resurgirán los detractores que lo tildan de “pecho frío”, aquellos que se divierten diciendo que “Riquelme está feliz”, los que recrearán su festejo característico del “Topo Gigio”, los otros que lo elogian exacerbadamente y los que lo respetamos fundamentalmente como un ídolo indiscutido, irrepetible, único, que lo que siempre hizo fue intentar jugar bien al fútbol (y vaya si lo hizo), dar espectáculo y un poco de alegría a quienes tuvimos la suerte de verlo jugar y lo disfrutamos como propio, nuestro, de todos los boquenses, xeneises, bosteros, como nos quieran llamar.
¡Gracias Román! ¡Te vamos a extrañar mucho! ¡Gracias por todo!

Y aquí, el texto dedicado a Riquelme que escribió mi hijo Luca, de 11 años, el cual me sorprendió en la primera leída y me enorgullece volver a repasar las veces que lo haga. Mi orgullo de padre, no solo es por el sentimiento que expresa en su carta, sino por su madurez en el relato, el armado de las frases, su moderación, elocuencia y sintaxis. Es textual, tal lo redactó él, sin tocar una coma. Un motivo más que mi hijo me da para sacar pecho amplio, sumado a la alegría que nos dio junto a mi mujer María Laura y a la familia toda, por su reciente nombramiento como abanderado del colegio primario al que asiste, hecho que refuerza su más importante logro: ser bueno, noble, generoso, dulce, tierno y con gran corazón.
Ah! El flyer también es obra de Luca!


De lo poco que vi de Román, sé que es un genio, para mí, el mejor jugador de Argentina, el jugador que sí juega al fútbol.
Desde que nací he escuchado a mi papá decir, “Mira a Román”, “Qué genio”, y yo, todavía ni sabía quién era Román Riquelme, ni por qué se lo llamaba “Genio”, pero un día, a los 7 u 8 años, le pregunto a mi papá, “Pa, ¿Me mostrás videos de Riquelme?”.
Una vez que lo vi, me quedé impresionado, por la facilidad para eludir, por la rapidez para decidir a donde tocar, por la precisión para definir.
Hacía ver tan fácil un penal. Hacía que un caño pareciese un regalo, como el de Yepes, que lo veo en Internet y me  grito a mi mismo “OLE!”.
Son de esos jugadores que no se reemplazan, son de esos jugadores que se ven solo una vez. Román era el jugador que levantaba a la gente. Román sabía cuándo había que meter el pase, si miraba el ángulo, la clavaba en el ángulo, para mí Román fue el mejor jugador del mundo.
Y sobre la salida de Riquelme, Román, aunque no leas esto, fuiste mi ídolo, y lo serás, pero mi ídolo de verdad, porque cuando me preguntan quién es mi ídolo digo, Cristiano Ronaldo, Messi, Agüero, porque me gustan como juegan, pero el de verdad sos vos. Por tu manera de definir, por tu personalidad, por tu “toco y me voy”, por todo. Román era de esos que en una milésima de segundo te la cambiaba de frente. En cada tiro libre se me ponía la piel de gallina. Román era, es, y será el mejor.
Por eso estoy de acuerdo en retirar la nº 10 de Boca, en homenaje a Román, nadie se la merece más que Román, no le pueden poner la 10 a cualquiera, como que le quieren poner la 10 a Paredes. No tiene experiencia, jugó 5 partidos en primera, tiene 20 años, Román es irremplazable, y no habrá otro igual. Te vamos a extrañar Román!
Chau R10UELME!
LUCA - 11 AÑOS