MOTIVO

Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)

martes, 17 de noviembre de 2015

¿QUÉ CAMBIO PLANTEA MACRI?

Las decisiones de voto de cada ciudadano deberían regirse por el análisis, la reflexión, la conciencia y la responsabilidad. Yo le doy mucha importancia a mi voto y por eso, más allá de las simpatías partidarias y los sentimientos personales, me interiorizo, leo, me informo y hago memoria para después definir a quién voy a votar. No voy a entrar en las chicanas y los golpes bajos que muchos llevan a cabo permanentemente, tampoco voy a transformarme en un difamador sistemático como tantos que leo cotidianamente en redes sociales y portales de internet y mucho menos voy a perder el tiempo en reproducir los 126 vetos que aplicó Macri a leyes aprobadas por el Congreso de la Nación y todas las otras leyes que votó en contra, contradiciendo sobradamente su actual discurso de campaña. Pero sí quiero dejar mi reflexión con respecto a la frase que venimos escuchando de su boca y la de todos los que quieren un "CAMBIO". ¿De qué “CAMBIO” hablan? ¿Cuál es el “CAMBIO” que creen van a producir votando a Macri? ¿Qué piensan que les va a proporcionar ese bendito “CAMBIO” instalado publicitariamente? Las respuestas las desconozco y por eso las planteo, pero dejando los interrogantes de lado, necesito manifestarme diciendo que no encuentro ningún “CAMBIO” en los nombres y apellidos que integran el equipo político de Macri y que interpretando y aceptando la supuesta disconformidad de muchos con algunas formas, estilos y sospechas del Gobierno saliente, no alcanzo a entender a qué “CAMBIO” se refieren. ¿Si es por dejar de ver ciertas caras que los irritan o por la extrema aversión que les provoca la figura presidencial, que no les permite elaborar una observación mesurada y prudente de lo que realmente producirían las ideas neoliberales de Macri y sus secuaces para todos nosotros?
Exteriorizar la realidad de los hechos no es instalar el miedo. Replicar los dichos y acciones de una gran cantidad de integrantes de la Alianza Cambiemos, no es producir una ‘campaña sucia’. Comprender y reflexionar el modelo económico que plantean Macri y sus asesores, no es otra cosa que señalar un esquema de país que ya conocimos en un pasado bastante reciente y que nos ha generado la mayor crisis de la historia. No es ser apocalíptico, es ser simplemente analítico. Dadas las circunstancias y la gran cantidad de gente que repite que quiere un “CAMBIO”, me hacen pensar que no consideran ni siquiera el hecho de haber vivido en carne propia el derrumbe moral más estrepitoso de nuestra sociedad y la humillación lastimosa de salir a ‘cacerolear’ porque habían vaciado el país.
Ahora bien, mi confusión y desconcierto es que muchos, muchísimos políticos que formaron parte de ese desastre nacional, integran las filas de Macri. ¿Cómo pueden creer que el “CAMBIO” es Patricia Bullrich? ¿Cómo? ¿Qué “CAMBIO” es Carlos Melconián? ¿Que “CAMBIO” es Federico Sturzenneger? ¿Qué “CAMBIO” es José Luis Espert? ¿Qué “CAMBIO” es Miguel Ángel Broda? ¿Qué “CAMBIO” es Elisa Carrió? ¿Qué “CAMBIO” es Ernesto Sanz? ¿Qué “CAMBIO” es la vasta cantidad de políticos que lo acompañan, que han sido responsables de una forma u otra de todo esto que he mencionado? Además, si somos estrictos con las propias acciones y todas las declaraciones públicas que a lo largo de los años ha venido diciendo Macri, cuál es el “CAMBIO” al que se refiere, si ahora, luego de la reacción de una gran mayoría de los votantes, ha ‘cambiado’ literalmente su discurso, manifestando que no va a quitar nada de lo que se ha logrado; que va a mantener la Asignación Universal por Hijo, la estatización de YPF, la recuperación de Aerolíneas Argentinas por parte del Estado, el Matrimonio Igualitario, la Fertilización Asistida, la estatización de las AFJP, los derechos para las Trabajadoras Domésticas, la Identidad de Género, Conectar Igualdad, Ferrocarriles Argentinos, la Gratuidad Universitaria, la ley contra la Trata de Personas y tantos otros derechos que HA VOTADO EN CONTRA invariablemente.
Puede ser que no yo tenga la capacidad intelectual para percibir, discernir y descifrar ciertas actitudes que rozan la hipocresía, pero por qué en vez de aclarar desesperadamente qué es lo que NO NOS VA A QUITAR, nos cuenta detalladamente qué es lo que NOS VA A OTORGAR?

domingo, 15 de noviembre de 2015

NO PUEDO VOTAR A MACRI

Soy consciente que a muchos de los que leerán estas líneas, les importará poco lo que opine al respecto e inclusive quizás, inmersos en la famosa “grieta” instalada entre los distintos puntos de vista, modifiquen su concepto y/o accionar hacia mí, además intuyo que por más que acompañe mi pensamiento con pruebas testimoniales, fotos e imágenes que corroboren todo lo expresado aquí, tampoco les interesará demasiado y también pienso que los que están enojados con la soberbia, formas, estilos y sospechas de corrupción por parte del Gobierno, les costará aceptar todo lo que insinúe algo en desmerecimiento de su candidato a Presidente. Hasta implícitamente, algunos obcecados e intolerantes ya hayan dejado de ojear estas líneas, prejuzgando y minimizando la disquisición. Pero quiero expresar lo que siento antes del debate para liberar mi concepto de las conclusiones y manipulaciones mediáticas que se realicen al respecto después del cara a cara entre Scioli y Macri.
Mucho se habla sobre el desastre económico que significaría para Argentina dejar en manos de los economistas que tiene Macri en su núcleo más cercano (Melconián, Broda, Prat Gay, Espert, Sturzenegger, etc) el futuro del país. Mucho se habla de dinero. Mucho se habla de finanzas. Mucho se habla de capitales. Mucho se habla de sus negocios turbios y procesos judiciales. Pero también es importante hablar sobre las ideas e ideologías irritantes de un candidato a Presidente como Macri que critica y opina que abrir tantas Universidades como lo ha hecho este Gobierno solo es para tener “muchos más cargos para nombrar”. No puedo votar a alguien que vetó 126 leyes aprobadas por el Congreso de la Nación, incluyendo a su propio partido, utilizando el autoritarismo y la opresión democrática. No se puede votar a un mentiroso, hipócrita y embustero que dio la orden a sus legisladores de NO apoyar leyes que fueron en beneficio de los ciudadanos y ahora, en campaña, dice todo lo contrario, sosteniendo que “las cosas que están bien, las vamos a dejar”. No puedo votar a un desleal a la Patria como él que declara “Las Malvinas serían un déficit adicional para el país” o “Se hacen empresas tecnológicas y satelitales que no hacen falta” o “Aerolíneas Argentinas debería ser reprivatizada” o “No vamos a acompañar la estatización de YPF”. No me nace votar a un individuo que prefiere pagar lo que piden los fondos buitre sin importarle las consecuencias económicas que podrían condenar las futuras generaciones de nuestro país a un servilismo utilitario humillante y rastrero por muchísimos años. No puedo votar a un tipo desinteresado por los más viejos, que quiere volver a privatizar las AFJP y volver a ese sistema perverso y miserable que fue una estafa encubierta que benefició a pocos. No puedo votar a alguien que quiere aparentar estar cerca del peronismo, cuando su esencia y accionar en toda su vida es haber estado en las antípodas del verdadero pensamiento peronista. No puedo votar a un ser que avala candidatos misóginos y discriminadores, que tras la pantalla del humor, esconde actitudes despreciables. No puedo votar nunca a Macri porque él cree que los Derechos Humanos son un ‘curro’ y así minimiza la atrocidad de que haya habido 30.000 desaparecidos. No puedo votar a un tipo que le quita el presupuesto que debe otorgarle por ley al Hospital Garrahan donde tratan a niños que sufren problemas de salud extremos y complejos para destinar esa plata a campañas publicitarias o vaya uno a saber a qué. No puedo votar a Macri por otro montón de cosas que sería muy extenso y tedioso enumerar, ya que existen otra gran cantidad de declaraciones de su propia boca con las cuales disiento enteramente, pero fundamentalmente no voy a votar a Macri, porque no me gustan las personas que se escudan solo en lo que les conviene para lograr sus objetivos pese a todo, a cualquier precio y porque siempre en mi vida he priorizado valores que tienen que ver con la participación, receptividad, fraternidad, compañerismo y sensibilidad, cosas de las que carece Mauricio Macri para hacer un país mejor para todos.