MOTIVO

Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)

lunes, 23 de abril de 2018

REENCUENTRO CIBERNÉTICO

Las redes sociales han tomado un rol preponderante en la vida cotidiana por distintos motivos, pero el que más destaco y valoro, es la posibilidad que nos ofrece sobre el reencuentro. 
Después de mucho tiempo, coincidimos en el ciberespacio con mi querida Carla Mariel Benedetti Dupetit.
La enorme alegría de volver a contactarnos, nos disparó recuerdos de una época lozana, donde compartimos temporada de verano en Mar del Plata trabajando juntos.
Comparto con vos, Carlita, y con todos los que se dan una vuelta por aquí, algunas fotos que hallé de esos momentos tiernos y queridos.

martes, 17 de abril de 2018

VENIMOS Y VAMOS... VAMOS Y VENIMOS...

Después de estar alejado de las redes sociales durante unos meses, puedo dar fe de varias cosas: Primero, que no pasa nada, todo sigue su curso; segundo, que se gana bastante tiempo propio; tercero, que poca gente nota la ausencia y además, no tener presencia, tampoco es crucial; cuarto, uno pasa por alto algunos cumpleaños y aniversarios, que a esta altura del partido, hasta casi es mejor que suceda; quinto, se puede descansar la vista y también reposar la mano y los dedos que se emplean con el ‘mouse’ y el teclado; y sexto, quedamos definitivamente al margen de los estereotipos que afectan la convivencia tecnológica, que nos ha ido absorbiendo a todos los que deambulamos por internet.

Para ser sincero, no lo sufrí, tampoco lo disfruté… simplemente, me abstuve por un tiempo de no participar cotidianamente en las tres aplicaciones que parecieran ser el centro de nuestras vidas actuales (Facebook, Twitter e Instagram) y si bien, los primeros días transité con rareza el hecho de no publicar fotos y comentarios, por el simple hábito de generarlo, después volví a adaptarme a no hacerlo. Los seres humanos somos animales de costumbres y evidentemente, cuando nos amoldamos a algo, nos cuesta desprendernos o modificarlo, pero en esta ocasión, no fue así. La forma que tengo de relacionarme en esta cotidiana estructura social tecnológica, básicamente, es a partir de mi profesión, con señales puntuales de trabajo, algunos detalles autorreferenciales y determinados recuerdos de amistad y familia. La comunicación directa que nos posibilita el sistema, día a día, es lo que más valoro y rescato, por eso regreso complaciente y atento.

Como mencioné, siento que las redes sociales, en cierto aspecto, se han transformado en parte de nuestras vidas y aunque uno no quiera, todos dependemos de lo que aquí pasa, ya sea para informarse, para opinar, para intercambiar o simplemente para observar. Esta nueva práctica social nos ubica en un lugar de comunicación intenso, que ciertamente posibilita el intercambio directo e inmediato, a veces, con ciertas dosis vehementes de confrontación, y eso me molesta y desgasta bastante, también. Es verdad que involucrarse o no, es una decisión propia, pero dado que estamos inmersos en un mundo globalizado, es muy difícil marginarse de lo que ocurre en el mundo, por ende, en este universo cibernético. Mi elección al respecto, es a través del respeto, la consideración, la tolerancia y la cortesía, todo lo que roce la irreverencia, la grosería y la injuria, pasa de mí.

No es novedad que hoy, cualquiera dice cualquier cosa de cualquiera sin tapujos, y eso tampoco me interesa… Una cosa es opinar desde la propia creencia abierta y sincera o fundamentar los comentarios vertidos, y otra muy distinta, es agraviar, deshonrar o humillar sin pruebas ni evidencias concretas y determinadas. Mientras pueda, prefiero seguir mi camino en las redes digitales por medio de la concordia, el equilibrio y la armonía, con el mismo espíritu consonante que siempre he aplicado.

Regreso al ciberespacio con la alegría que producen los reencuentros; con la misma calidez, ponderación y afecto que me brinda la gran mayoría de las personas que intercambian comentarios y pensamientos conmigo. Buona fortuna per tutti!