Es más fuerte que yo! No puedo con mi forma de ser! Soy consciente de que quizás (como muchos que me quieren bien me lo hacen notar) es contraproducente para la difusión de mi nuevo disco que se editó hace muy poco en Argentina y por suerte, continuará el mismo camino en muchos países de Latinoamérica, que diga lo que me parece, que sea franco con mi pensamiento, abierto y frontal, pero es más fuerte que yo... ¿Peco de honestidad brutal? No sé, no me lo planteo, nunca hago las cosas con segundas intenciones. Soy así, intento ser honrado conmigo mismo y por ende, con quien me escucha… en este caso, con quien me lee. Hablo del momento que vivimos a nivel artístico en los medios masivos, más precisamente en nuestra televisión, en
Estoy realmente saturado (por no decir podrido, para evitar ser tan grosero y ubicarme en la misma línea ordinaria a la cual me voy a referir) del bajo nivel intelectual, el pobre margen artístico, el deplorable plano de confrontación, la triste imagen ofrecida de algunas figuras populares, el lamentable lugar que rellenan personas ajenas al arte en el tan ansiado y cotizado aire en televisión, la miserable postura de algunos periodistas, el penoso rol que ocupan muchos medios gráficos, radiales y televisivos que se hacen eco del vergonzoso ámbito generado por pocos y que repiten hasta el cansancio casi todos, el desolador panorama creativo que cada vez tiene menos lugar y la calamitosa aceptación de jefes, gerentes y directores artísticos sobre el pobre contenido ofrecido a lectores, oyentes y televidentes, que asimilan lo que les dan, como algo de lo que les quieren hacer creer, es lo que quieren.
¡Basta Tinelli! ¡Basta de generar un producto burdo, chabacano y de mal gusto! ¡Basta de poner cara de compungido y asombrado ante las atrocidades espetadas por integrantes de tu staff, que vos mismo elegís para incluir en tus ciclos! ¡Basta de aparentar ser un gran empresario, con nivel, high society, si lo único que generás son programas extremadamente pobres de alma y espíritu! ¡Basta de tu postura “cool”, cuando nunca dejarás de ser el muchacho de barrio que fuiste en tus comienzos y por el que deberías estar orgulloso y continuar haciéndole honor, aunque sea, por el solo hecho de haber logrado lo que lograste económicamente, ya que tan importante es para vos! ¡Basta de subestimar a la gente, haciendo creer que lo que vos hacés es lo que el público te pide y quiere ver! ¡Basta Tinelli!
Respeto el espacio que supiste ganarte en un medio tan competitivo y descarnado como la televisión, valoro tu vital permanencia en los primeros puestos del raiting durante tantos años, hecho por demás loable y rescatable, reverencio el gran carisma personal que supiste capitalizar en pos de tu conexión con el público, enaltezco tu habilidad e inteligencia para posicionarte altamente en el frío mundo comercial y económico, admiro tu capacidad para amoldarte a las épocas y percibir en forma natural lo que puede ser popular y masivo, pero reniego de tu pocos escrúpulos por alcanzar el éxito cueste lo que cueste, sin medir consecuencias, denigro el contenido agresivo, grosero, ordinario, de mal gusto de tus programas, aborrezco la bajeza con la que cobijás las miserias de aquellos que se prestan a tu juego por dinero, fama o triste trascendencia, disiento enojosamente con tu falsa postura de conductor ajeno al contenido producido al aire, desprecio el trato que has tenido para con muchos artistas, a lo largo de tus Videos y Shows Matchs, exponiéndolos al ridículo y mostrándolos caricaturescos, muchas veces con complicidad de ellos mismos, hay que reconocerlo; descargo indignación cuando recuerdo las burlas y / o “tomadas de pelo” a participantes anónimos que querían sus cinco minutos de fama, soy crítico de tu manejo indebido en infinidad de situaciones a lo largo de estos años de televisión ininterrumpida, con los niños que han sabido ser protagonistas de distintos momentos de tus ciclos y señalo en forma de reproche tu poca responsabilidad como posicionado comunicador social que sos, por generar espacios donde muchas veces reina el odio (o por lo menos eso parece al ver y escuchar algunos personajes que integran tus productos), el mal trato, la ignorancia y la chabacanería. Y lo digo en todo sentido, como espectador, como padre de familia, como ciudadano argentino, como hombre y como artista, sin importarme lo que tu figura y el supuesto poder que dominás dentro del medio, pueda afectarme, ya que desde que comenzamos nuestras respectivas carreras, nunca necesité de vos ni vos de mí.
Si hay algo de lo cual estoy orgulloso en mi vida, con los defectos y errores que todos tenemos, es que puedo mirar a la cara y a los ojos a cualquiera sin bajar la vista. Y eso, para mis principios, no tiene precio. Seguramente, mi opinión al respecto te debe importar poco o nada, como la de muchos que deben coincidir conmigo en cuanto a tu labor profesional, pero en realidad, a mí tampoco me importa la tuya, ya que intento alejarme de la gente que está distante de mis valores.
Quiero que se entienda que esto no es una carta abierta a Marcelo Tinelli, ni una exposición moralista, porque no lo soy, para nada, ni tampoco una crítica ensañada, ya que ni soy crítico ni conozco la saña, por suerte, sino que es el sentimiento totalmente genuino de alguien que se expresa como artista, ciudadano y espectador, como mencioné anteriormente. Y también como heterosexual que soy, ya que me encantan las mujeres en toda su expresión y agradezco entusiasmado cuando veo un bello cuerpo femenino, un lindo rostro estético y curvas que enaltecen bustos y caderas, pero no me gusta cuando se expone a la mujer en un contexto armado puramente como objeto. Repito, me encanta mirar turgentes pechos y pulposas nalgas (por no decir vulgarmente, lindas tetas y buenos culos), pero me choca un poco cuando se utiliza a la mujer como objeto sexual, únicamente, y eso es lo que hace Tinelli en reiteradas oportunidades con las hermosas mujeres que forman parte de sus shows; en realidad, si pensamos que lo ha hecho con su propia mujer, no tendría que llamarnos la atención, pero como también tiene hijas, lo encuentro aún más desubicado y despreciable. Podría seguir enunciando un montón de cosas más que me surgen al respecto mientras escribo, pero no quiero hacer de esto, una eterna lectura por parte de quienes están amablemente acompañándome.
La única y triste verdad es que estamos inmersos en un remolino mediático donde todo está mezclado, donde todo se confunde y nada se valora. Y lo que es peor, se muestran como ejemplos a seguir, por alcanzar lo deseado (trascendencia y fama), a chicas involucradas en hechos delictivos que al cabo de un tiempo, terminan bailando por el sueño generado en el programa de Tinelli.
En fin… arranqué con la idea de comentar ciertas actitudes, posturas, dichos, situaciones desagradables y puntuales que observo en la actualidad, de las cuales disiento y terminé refiriéndome a Marcelo Tinelli, que si en definitiva, lo analizo un poco más, está bien que así haya sucedido, porque después de todo, si durante 22 años generó y genera productos masivos con un alto grado de incultura, mal gusto y promiscuidad, es responsable en cierta medida de lo que actualmente presenciamos en los medios y no es facilismo ni encarnizamiento contra él, solo es realidad y crudeza, cosas que no pueden separarse al tiempo de ver lo que nos pasa como sociedad.
En definitiva, si te vanaglorias de ser el Rey de