Soy feliz con muy poco... Me basta el cariño de la gente que quiero y me quiere, un recuerdo de niño, las sonrisas de mis hijos, alguna canción, el fútbol, los rayos del sol, el abrazo de un amigo y la congratulación de la salud. Soy tan feliz con tan poco, que hasta me parece impropio. La dicha de la vida es tan consustancial como simple y solo se trata de disfrutarla. Les deseo lo mismo que a mí: Que sean felices!
Por lo general, en los últimos días del año, el repaso de lo vivido es inevitable y los recuerdos que más me enternecen son los de la infancia y la adolescencia. Me conmueven y emocionan esas dos etapas y provocan que sea aún más agradecido... a mis viejos y al destino que me tocó en suerte. Compartir parte de mis vivencias aquí, en fotos que eternizan esos momentos, es una manera de abrir el corazón ante muchos de ustedes que me hacen saber su cariño espontáneo y además, es una forma más de volver a transitar esos tiempos dichosos e inolvidables.
El periodista Hernán Brienza escribió hace una semana esta nota en el diario Página 12 y hoy, siete días más tarde, a 17 días de la asunción del Gobierno de Mauricio Macri, la reproduzco aquí, porque si bien en los siete días posteriores de redactadas estas reflexiones, hubo algunas otras circunstancias que se fueron sumando al accionar avasallador (por no decir totalitario) que ha elegido el hijo de Franco Macri para adiestrar a la Argentina, intuyo que podría publicarse dentro de 3 meses o 3 años y las conclusiones serían las mismas. La metodología está definida y ciertamente su régimen se mantendrá bajo los mismos preceptos despóticos y absolutistas.
Fueron diez días que sacudieron el tablero
político del país. Desde el "paso de comedia" de la "No
transición" hasta hoy, Mauricio Macri ya ha dado muestras de lo que puede
llegar a ser su gobierno en los próximos años: algunos aciertos tácticos por
debajo de la mesa, una escandalosa forma de administración del poder que
incluye el "robo de la Corte Suprema” y el imperio del decretazo injustificado,
la toma de decisiones en beneficio de los poderes económicos reales y en contra
de los salarios de los trabajadores, la mentira como forma de discurso y
propaganda política, y el entrenamiento de las huestes represivas a través de
la declaración un tanto eufemística de "estado de emergencia de
seguridad", que esconde en su vientre los nuevos protocolos de combate de
la protesta social. Nada nuevo para la tradición liberal conservadora, pero que
parece haber sido olvidada por un sector importante de la ciudadanía.
Desde hace unos años insisto con la tesis de
que la gran dialéctica de la historia argentina (dialéctica hegemónica y no
binarismo moral tonto) se produce entre dos grandes tradiciones que son el
nacionalismo popular (San Martín-Dorrego-Rosas-Yrigoyen-Perón-Alfonsín-y los
Kirchner), por un lado, y el liberalismo conservador (Rivadavia-Mitre-Justo-las
Dictaduras Libertadora y de 1976-Menemismo y el Delarruismo), por el otro. Y
sostengo que las variables para poder construir esta tipología son al menos
Cuatros D: la Distribución del ingreso, la Desmonopolización de la economía, el
Desendeudamiento y la Democratización de la política. En poco menos de una
decena de días, Macri ya ocupó el lugar de herencia del liberalismo
conservador, muy lejos de la pretendida síntesis de "unidad nacional"
que intentó proclamar en su campaña y en su discurso de asunción: 1D) Macri generó con la devaluación una fuerte
transferencia de ingresos regresiva de los sectores del trabajo hacia el
capital, es decir una concentración del Ingreso en manos del capital frente al
trabajo. 2D) Produjo con la apertura de las
importaciones, en poco tiempo se verán las consecuencias, un fuerte sacudón
concentrador al sistema productivo argentino. Si a esto se le suma el fallo de
la Corte Suprema respecto que beneficia a las provincias más ricas con la
devolución de las deudas del ANSES y el perjuicio a las provincias menos
favorecidas con el debilitamiento del fondo proveniente de las retenciones a
las exportaciones, se registrará una centralización geográfica contraria a la
federalización real del país. Por lo tanto, beneficiando a los exportadores
frente al Mercado Interno, al capital concentrado frente a las Pequeñas y
Medianas Empresas, y a las provincias más ricas sobre las más pobres se produce
una monopolización brutal de la economía argentina que se replegará en algunos
rubros y hacia el interior de esos mismos rubros. 3D) Desde Bernardino Rivadavia, pasando por
Martínez de Hoz, Domingo Cavallo hasta el negocio de Federico Sturzenegger con
el Megacanje, los gobiernos que han tomado deudas multimillonarias, ya sea con
bancas extranjeras u organismos internacionales, han sido los que se
identifican con el liberalismo conservador. Los gobiernos del nacionalismo
popular siempre han intentado que el impacto de la toma de deuda sobre la
soberanía de las decisiones sea el menos posible. El gobierno de Macri ya ha
dado señales de que en los próximos meses saldrá a los mercados
internacionales, con el supuesto beneplácito del FMI y los Estados Unidos, a
buscar decenas de miles de millones de dólares. 4D) En tan sólo 10 días de gobierno, Macri
comprendió que el modelo liberal conservador en la Argentina no cierra sin
represión. Por esa razón ya intentó varias tácticas. La primera intentar
cooptar individualmente a los dirigentes gremiales a partir de las “cajas” de
las organizaciones para evitar que los gremios cumplan con su deber de defender
a los trabajadores. La segunda, saltar la posible parálisis institucional que
genera gobernar sin el Parlamento de una manera sencilla: clausurando
virtualmente el Congreso. Tercera, robarse la Corte Suprema de Justicia con la
complicidad del Grupo de Clarín, que ya consiguió un empleado directo entre los
magistrados, al nombrar a dedo dos jueces militantes del PRO y del Frente
Renovador. Cuarta, poner camiones hidrantes enfrente de las manifestaciones
callejeras como amedrentar como hicieron las dictaduras. Quinta, crear un nuevo
protocolo de represión de la protesta social que impida o ridiculice todo tipo
de protestas. Cabe recordar que la encargada de presentar esta
"genialidad" no es otra que la ministra de seguridad, Patricia
Bullrich, especialista en reducción de salarios, de comprar senadores con la
Banelco y que formó parte del gobierno aliancista que llevó adelante la cacería
en la que murieron decenas de personas en distintas partes del país. Ahora, la
ministra con fuertes vínculos con distintas centrales de inteligencias
estadounidenses, ha decretado la "emergencia de seguridad", obvio primer
paso a la militarización de la sociedad y a un pequeño estado de sitio".
En conclusión, en pocos días, el Macrismo ha recortado varios aspectos del
normal funcionamiento de las instituciones y la democracia argentina, es decir,
recuperó ciertos rasgos autoritarios del liberalismo pretoriano del siglo XX. Ante el silencio cómplice e hipócrita de Elisa
Carrió, que ve como su criatura política le roba la "Republiquita"
sin siquiera chistar, Macri quebró la institucionalidad como nunca lo había
hecho el Peronismo. Ni Juan Domingo Perón, ni siquiera Carlos Menem con su
Corte de los Milagros, ni siquiera los Kirchner al decir del horrorizado
constitucionalista Daniel "se animaron a tanto". Lo que demuestra una
vez más que el Liberalismo Conservador es como el tero: pone los huevos en un
lado y chilla en el otro, es decir, acusa de autoritarios a los demás y hacen
alharaca de democráticos pero lo primero que hacen cuando llegan al poder
es quebrar la institucionalidad. Muchos se preguntan anonadados por qué Mauricio
comete esas supuestas torpezas. Sencillo: responde a la máxima de Nicolás
Maquiavelo. Leamos El Príncipe: "A los hombres conviene o atraerlos por
las buenas o anularlos, porque de las ofensas leves se vengan, de las graves,
no. De ahí que la ofensa que se haga a un hombre debe ser tal que no le deje
lugar a la reacción." Traducido: Si Macri no destroza a la oposición
política, económica y mediática hoy, si no la reprime hasta ahogarla, la
reacción de los perjudicados por sus políticas se producirá más temprano que
tarde. Una sola cuestión más: la oposición no debe
equivocarse. No debe correr el riesgo ni de encapsularse ni de marcianizarse,
es decir, debe escuchar y acompañar el proceso de las mayorías. No debe
adelantarse al descontento masivo, no debe hacer vanguardismo y tampoco
alejarse del sentido común y encerrarse sobre sus propias convicciones. Lo
encapsulado es fácil de aislar y extraer. La oposición debe abrirse a nuevos
espacios, nuevos actores, nuevos dirigentes, nuevas formas, discursos, creatividades,
legitimidades. Simplemente, debe esperar un poco y ser creativa: En democracia
el que agrede pierde. El gobierno para sostener su plan de concentración de la
riqueza, de monopolización económica, de endeudamiento, y de recorte de
derechos democráticos no va a poder evitar el uso de la represión.
Desgraciadamente, más temprano que tarde se verá obligado a agredir. Cuando eso
ocurra, los deseos imaginarios de una supuesta derecha democrática habrán
rodado por el suelo como bolita de pebete arrabalero.
Por lo demás, en estos tiempos de marketing
barato, de discursos vacíos, de gestualidades vanas, vale la pena
recordar las palabras del apóstol Santiago para estas Navidades: "Hermanos
míos, si alguno dice que tiene fe y no tiene obras, ¿de qué sirve? ¿Puede acaso
su fe salvarle? Si un hermano o una hermana están desnudos y les falta la
comida diaria, y alguno de vosotros les dice: "Id en paz, calentaos y
saciaos", pero no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? Así
también la fe, si no tiene obras, está muerta en sí misma. Sin embargo, alguno
dirá: "Tú tienes fe, y yo tengo obras". ¡Muéstrame tu fe sin tus
obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras! Tú crees que Dios es uno. Bien
haces. También los demonios creen y tiemblan. Pero, ¿quieres saber, hombre
vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras nuestro
padre Abraham, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? Ves que la fe
actuaba juntamente con sus obras y que la fe fue completada por las obras. Y se
cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por
justicia; y fue llamado amigo de Dios. Veis, pues, que el hombre es justificado
por las obras y no solamente por la fe. De igual manera, ¿no fue justificada
también la prostituta Rajab por las obras, cuando recibió a los mensajeros y
los envió por otro camino? Porque tal como el cuerpo sin el espíritu está
muerto, así también la fe sin obras está muerta"
Me esfuerzo por no opinar más de política
porque deduzco con cierta desazón que es inútil intercambiar palabras con
personas a las que no les interesa escuchar otros pensamientos que no sean los
que ya tienen conformados en sus mentes, intento controlar mis impulsos
pasionales y trato de convencerme de la idea que por más que uno se empeñe en
transmitir el sentimiento propio en referencia a posturas y fundamentos, no
tiene ningún sentido hacerlo con gente que no está dispuesta a escuchar, pero
por más que lo procuro y lo llevo a cabo por lapsos, existen hechos que superan
mi forzada auto contención y todo resulta estéril, ya que no puedo dejar de
manifestarme ante tantos sucesos lamentables que están aconteciendo en tan
pocos días del nuevo Gobierno de Macri.
Para dimensionar lo que nos espera como país,
habría que hacer un ‘raconto’ de una gran cantidad de actitudes y decisiones en
tan solo escasas jornadas de poder, pero sería demasiado extenso detallar la
enorme lista de resoluciones tan particulares que este hombre (Macri) ha
llevado adelante en tan corto tiempo y con tanta rapidez. Con solo mencionar
ciertos personajes que integran su Gabinete de Ministros, podemos mensurar el
esquema neoliberal que tendremos que soportar de aquí en adelante, presagiando
una fuerte devaluación que repercutirá indefectiblemente en contra de todos
nosotros, los que lo apoyaron y los que no lo hicimos.
Más allá de las antipatías y animadversiones
que pueden provocarnos a los que no compartimos este proyecto propuesto por “Cambiemos”,
las figuras de Patricia Bullrich, Oscar Aguad, Alfonso Prat Gay, Pablo
Avelluto, Juan José Aranguren y otros tantos más que representan un modelo
político-económico totalmente contrario a lo que el 49% de los argentinos que
votamos en la última elección, queremos para el país, no podemos dejar de lado
las marchas y contramarchas que han dado en la campaña electoral, desdiciéndose
una y otra vez de pensamientos y leyes que habían votado en contra y que
continúan generando ahora, que son gobierno, como por ejemplo los nombramientos
de Juan Cruz Ávila como Secretario de Políticas Universitarias y Carlos
Manfroni, elegido como Subsecretario de Asuntos Legislativos del Ministerio de
Seguridad, dándolos de baja antes de comenzar sus funciones, por rechazos de
docentes, estudiantes y dirigentes universitarios por la falta de idoneidad en
el primer caso y por medio de la repercusión masiva que obtuvo una carta que Charly
García dirigió al nuevo titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos,
Hernán Lombardi, reprochando la designación del segundo, por elegir a un ex
colaborador de la revista de ultraderecha “Cabildo” que había expresado sus
ideas discriminatorias y retrógradas sobre el rock, la música, García, Spinetta
y Moris, entre otras ideas rancias y reaccionarias.
Podría continuar mencionando muchas acciones
desfavorables, o por lo menos nocivas para el sistema democrático en el cual
vivimos desde hace 32 años, generadas en esta primera semana de poder macrista,
como por ejemplo la resolución de volver a incorporar las fotos de los
presidentes de facto dentro de la “Galería de Presidentes” en la página web de
la Casa Rosada, incluyendo, entre otros, a los genocidas Jorge Rafael Videla,
Roberto Eduardo Viola, Leopoldo Fortunato Galtieri y Reynaldo Benito Bignone,
poniéndolos al mismo nivel que los Presidentes constitucionales, elegidos por
el pueblo, o la eliminación directa de AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de
Comunicación Audiovisual) y AFTIC (Autoridad Federal de Tecnologías de la
Información y las Comunicaciones) por medio de Decretos de Necesidad y
Urgencia, modificando la Ley de Ministerios 22.520 para adaptarla de manera despótica,
avasallante y totalitaria a la nueva estructura que pretende para su gobierno,
o la designación ‘a dedo’, también por Decreto de Necesidad y Urgencia,
eludiendo y traspasando la intervención del Congreso de la Nación, a dos jueces
de la Corte Suprema cuyos lugares estaban vacantes.
Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti fueron
nombrados por Macri, amparándose en una interpretación del artículo 9, inciso
19, de la Constitución Nacional que permite al Poder Ejecutivo nombrar en
comisión los empleos que requieren el acuerdo del Senado, pero su actitud,
además de no tener razón de ser debido a que podía haber convocado a sesiones extraordinarias
o esperar a que el Senado volviera a sesionar en el mes de marzo, se contrapone
a sus declaraciones en campaña cuando decía que los jueces que propondría no
serían afines a su partido ni tendrían relación personal con él, algo que no se
cumple, ya que los dos mencionados son mucho más cercanos al actual oficialismo
que a la nueva oposición, inclusive siendo uno de ellos (Rosenkrantz),
integrante del estudio Bouzat, Rosenkrantz & Asociados, cuyos principales
clientes son Clarín y Cablevisión, tal como informan en su página web. Su
estudio no solo representó a Clarín en el jucio por la ley de medios ante la
Corte, sino que además Rosenkrantz es fundador de la “Asociación para la
Defensa de la Competencia”, una ONG creada desde el estudio con el único propósito
de presentar un amparo tendiente a lograr la suspensión de la resolución 100/10
que declaraba la caducidad de la licencia de Fibertel. En esa ocasión, gracias
a la ayuda del partido judicial y de Rosenkrantz, Clarín logró una vez más
evadir la ley y Fibertel continúa operando como una pieza clave del monopolio
mediático que hoy expande su poder al Ejecutivo y a la mismísima Corte Suprema
de la Nación.
La metodología que Macri comienza a implementar
no tiene muchos signos elocuentes de ser muy democrática que digamos y a
algunos indicios de listas publicadas en notas de los diarios que lo han
blindado y continúan apañándolo mediáticamente, sobre actores, directores y
empresas productoras artísticas que han trabajado a lo largo de los 12 años que
duró el Gobierno anterior, difundiendo detalles y cifras económicas obtenidas
por trabajadores de la cultura, muchos de los cuales se identifican con las
políticas implementadas en todo este tiempo, hacen recordar, o por lo menos, se
emparentan con procedimientos abusivos y absolutistas de épocas nefastas de
nuestra historia.
Evidentemente, muchas personas que lo han
elegido, acompañarán sus reglas y formas, muchas otras que lo habrán apoyado en
disconformidad con el modelo anterior, quizás no compartan totalmente sus
hábitos autócratas y sin duda alguna, el 49% de la gente que no lo votamos,
estamos incómodos, desazonados y discordantes con sus dictámenes arbitrarios y
provocativos.
Nada que roce lo tiránico y dictatorial será
bienvenido, ninguna excusa ni razón puede tener más valor que la independencia
humana y lo que debemos defender ‘a capa y espada’ es nuestra libertad y
dignidad social, ya que todos los argentinos bien intencionados queremos lo
mejor para nuestro país, pero dentro de un marco democrático, sin censura ni hostigamientos,
con plena libertad de expresión y pensamiento autónomo y soberano. Esperemos
que así sea, aunque por los primeros indicios demostrados, no pareciera ser la
idea a ejecutar.
Las decisiones de voto de
cada ciudadano deberían regirse por el análisis, la reflexión, la conciencia y
la responsabilidad. Yo le doy mucha importancia a mi voto y por eso, más allá
de las simpatías partidarias y los sentimientos personales, me interiorizo,
leo, me informo y hago memoria para después definir a quién voy a votar. No voy
a entrar en las chicanas y los golpes bajos que muchos llevan a cabo
permanentemente, tampoco voy a transformarme en un difamador sistemático como
tantos que leo cotidianamente en redes sociales y portales de internet y mucho
menos voy a perder el tiempo en reproducir los 126 vetos que aplicó Macri a
leyes aprobadas por el Congreso de la Nación y todas las otras leyes que votó
en contra, contradiciendo sobradamente su actual discurso de campaña. Pero sí
quiero dejar mi reflexión con respecto a la frase que venimos escuchando de su
boca y la de todos los que quieren un "CAMBIO". ¿De qué “CAMBIO”
hablan? ¿Cuál es el “CAMBIO” que creen van a producir votando a Macri? ¿Qué
piensan que les va a proporcionar ese bendito “CAMBIO” instalado
publicitariamente? Las respuestas las desconozco y por eso las planteo, pero
dejando los interrogantes de lado, necesito manifestarme diciendo que no
encuentro ningún “CAMBIO” en los nombres y apellidos que integran el equipo
político de Macri y que interpretando y aceptando la supuesta disconformidad de
muchos con algunas formas, estilos y sospechas del Gobierno saliente, no
alcanzo a entender a qué “CAMBIO” se refieren. ¿Si es por dejar de ver ciertas
caras que los irritan o por la extrema aversión que les provoca la figura
presidencial, que no les permite elaborar una observación mesurada y prudente
de lo que realmente producirían las ideas neoliberales de Macri y sus secuaces
para todos nosotros?
Exteriorizar la realidad de
los hechos no es instalar el miedo. Replicar los dichos y acciones de una gran
cantidad de integrantes de la Alianza Cambiemos, no es producir una ‘campaña
sucia’. Comprender y reflexionar el modelo económico que plantean Macri y sus asesores,
no es otra cosa que señalar un esquema de país que ya conocimos en un pasado
bastante reciente y que nos ha generado la mayor crisis de la historia. No es
ser apocalíptico, es ser simplemente analítico. Dadas las circunstancias y la
gran cantidad de gente que repite que quiere un “CAMBIO”, me hacen pensar que
no consideran ni siquiera el hecho de haber vivido en carne propia el derrumbe moral
más estrepitoso de nuestra sociedad y la humillación lastimosa de salir a ‘cacerolear’
porque habían vaciado el país.
Ahora bien, mi confusión y desconcierto
es que muchos, muchísimos políticos que formaron parte de ese desastre nacional,
integran las filas de Macri. ¿Cómo pueden creer que el “CAMBIO” es Patricia
Bullrich? ¿Cómo? ¿Qué “CAMBIO” es Carlos Melconián? ¿Que “CAMBIO” es Federico
Sturzenneger? ¿Qué “CAMBIO” es José Luis Espert? ¿Qué “CAMBIO” es Miguel Ángel
Broda? ¿Qué “CAMBIO” es Elisa Carrió? ¿Qué “CAMBIO” es Ernesto Sanz? ¿Qué “CAMBIO”
es la vasta cantidad de políticos que lo acompañan, que han sido responsables de una forma u otra
de todo esto que he mencionado? Además, si somos estrictos con las propias
acciones y todas las declaraciones públicas que a lo largo de los años ha venido
diciendo Macri, cuál es el “CAMBIO” al que se refiere, si ahora, luego de la
reacción de una gran mayoría de los votantes, ha ‘cambiado’ literalmente su discurso,
manifestando que no va a quitar nada de lo que se ha logrado; que va a mantener
la Asignación Universal por Hijo, la estatización de YPF, la recuperación de
Aerolíneas Argentinas por parte del Estado, el Matrimonio Igualitario, la
Fertilización Asistida, la estatización de las AFJP, los derechos para las
Trabajadoras Domésticas, la Identidad de Género, Conectar Igualdad,
Ferrocarriles Argentinos, la Gratuidad Universitaria, la ley contra la Trata de
Personas y tantos otros derechos que HA VOTADO EN CONTRA invariablemente.
Puede ser que no yo tenga la
capacidad intelectual para percibir, discernir y descifrar ciertas actitudes
que rozan la hipocresía, pero por
qué en vez de aclarar desesperadamente qué es lo que NO NOS VA A QUITAR, nos
cuenta detalladamente qué es lo que NOS VA A OTORGAR?
Soy consciente que a muchos
de los que leerán estas líneas, les importará poco lo que opine al respecto e inclusive
quizás, inmersos en la famosa “grieta” instalada entre los distintos puntos de
vista, modifiquen su concepto y/o accionar hacia mí, además intuyo que por más
que acompañe mi pensamiento con pruebas testimoniales, fotos e imágenes que corroboren
todo lo expresado aquí, tampoco les interesará demasiado y también pienso que
los que están enojados con la soberbia, formas, estilos y sospechas de
corrupción por parte del Gobierno, les costará aceptar todo lo que insinúe algo
en desmerecimiento de su candidato a Presidente. Hasta implícitamente, algunos obcecados
e intolerantes ya hayan dejado de ojear estas líneas, prejuzgando y minimizando
la disquisición. Pero quiero expresar lo que siento antes del debate para
liberar mi concepto de las conclusiones y manipulaciones mediáticas que se
realicen al respecto después del cara a cara entre Scioli y Macri.
Mucho se habla sobre el
desastre económico que significaría para Argentina dejar en manos de los
economistas que tiene Macri en su núcleo más cercano (Melconián, Broda, Prat
Gay, Espert, Sturzenegger, etc) el futuro del país. Mucho se habla de dinero.
Mucho se habla de finanzas. Mucho se habla de capitales. Mucho se habla de sus negocios
turbios y procesos judiciales. Pero también es importante hablar sobre las
ideas e ideologías irritantes de un candidato a Presidente como Macri que critica
y opina que abrir tantas Universidades como lo ha hecho este Gobierno solo es
para tener “muchos más cargos para nombrar”. No puedo votar a alguien que vetó 126
leyes aprobadas por el Congreso de la Nación, incluyendo a su propio partido, utilizando
el autoritarismo y la opresión democrática. No se puede votar a un mentiroso,
hipócrita y embustero que dio la orden a sus legisladores de NO apoyar leyes
que fueron en beneficio de los ciudadanos y ahora, en campaña, dice todo lo
contrario, sosteniendo que “las cosas que están bien, las vamos a dejar”. No
puedo votar a un desleal a la Patria como él que declara “Las Malvinas serían
un déficit adicional para el país” o “Se hacen empresas tecnológicas y
satelitales que no hacen falta” o “Aerolíneas Argentinas debería ser
reprivatizada” o “No vamos a acompañar la estatización de YPF”. No me nace
votar a un individuo que prefiere pagar lo que piden los fondos buitre sin
importarle las consecuencias económicas que podrían condenar las futuras
generaciones de nuestro país a un servilismo utilitario humillante y rastrero por
muchísimos años. No puedo votar a un tipo desinteresado por los más viejos, que
quiere volver a privatizar las AFJP y volver a ese sistema perverso y miserable
que fue una estafa encubierta que benefició a pocos. No puedo votar a alguien
que quiere aparentar estar cerca del peronismo, cuando su esencia y accionar en
toda su vida es haber estado en las antípodas del verdadero pensamiento
peronista. No puedo votar a un ser que avala candidatos misóginos y discriminadores,
que tras la pantalla del humor, esconde actitudes despreciables. No puedo votar
nunca a Macri porque él cree que los Derechos Humanos son un ‘curro’ y así minimiza
la atrocidad de que haya habido 30.000 desaparecidos. No puedo votar a un tipo
que le quita el presupuesto que debe otorgarle por ley al Hospital Garrahan
donde tratan a niños que sufren problemas de salud extremos y complejos para
destinar esa plata a campañas publicitarias o vaya uno a saber a qué. No puedo
votar a Macri por otro montón de cosas que sería muy extenso y tedioso
enumerar, ya que existen otra gran cantidad de declaraciones de su propia boca
con las cuales disiento enteramente, pero fundamentalmente no voy a votar a
Macri, porque no me gustan las personas que se escudan solo en lo que les
conviene para lograr sus objetivos pese a todo, a cualquier precio y porque
siempre en mi vida he priorizado valores que tienen que ver con la participación,
receptividad, fraternidad, compañerismo y sensibilidad, cosas de las que carece
Mauricio Macri para hacer un país mejor para todos.
Ayer, Ricardo Darín ganó en España el premio a ‘Mejor actor’
en el Festival de San Sebastián, junto a su compañero en el film “Truman”,
Javier Cámara y más allá de obtener el máximo galardón, mi admirado y querido
Ricardo, demuestra una vez más que nada es porque sí.
En la actualidad, vemos cotidianamente que el ser famoso, conocido
y/o popular puede alcanzarse velozmente a través de algún suceso asombroso, escándalo
sensacionalista o acto inusual que provoque impacto mediático, y ya no forma
parte solo de un desarrollo artístico de años de trabajo, estudio, ganas y sacrificio.
Hoy, se puede lograr trascender por medio de otros artilugios que dejan de lado
el esfuerzo, el impulso y el empeño, pero también es cierto que en la mayoría
de los casos, esa ‘fama’ adquirida es pasajera, insustancial y vana.
Ricardo Darín, a mi entender, es uno de los mejores actores
hispanoparlantes, no solo de su generación sino de todos los tiempos y el hecho
de obtener distinciones y condecoraciones no alteran ni modifican su esencia y su
lugar en el mundo, ya que en su manera de pensar es un incentivo más que
acompaña el camino elegido, pero sí fortifica y consolida para los demás, la
idea que valora aquello que se obtiene con esfuerzo, intensidad y convicción.
Su carrera ha ido traspasando etapas y él, montado en su talento,
simpatía e inteligencia fue forjando su presente, que lo ubica en el podio de
los actores más sobresalientes del ámbito cinematográfico mundial.
Sin duda alguna, el hecho de nacer en una familia de actores,
le ha brindado, quizás por ósmosis, el fuego sagrado de la actuación y a través
de sus padres, Ricardo Darín y Renée Roxana, comenzó a recorrer escenarios y
sets televisivos con una naturalidad inusual en otros niños; de allí, que a
sus tres años haya aparecido por primera vez en un programa de televisión y a
los diez, debutado en una obra teatral. Pero ese destino signado por el arte no hubiese
sido lo que es hoy como intérprete, sin la atención, el esfuerzo y el ahínco
que se impuso en el recorrido de su labor, por eso reitero que nada es porque
sí. Todo en la vida tiene un por qué, un motivo y una explicación. Su trabajo
actoral está colmado de pequeños detalles que lo hacen más grande aún y su
esencia tiene gran injerencia en ese resultado profesional altisonante.
Ricardo es un tipo común, con gran sensibilidad y enorme
percepción, que sin dejar de lado ciertos guiños funcionales al ámbito del
espectáculo que lo presentan como una 'estrella', no ha dejado de encontrarse nunca en otros escondites que no sean
los del afecto y el amor; esos afectos y amores que solo se localizan en la
familia, en sus padres, en sus hijos, en su mujer, en su hermana, en sus sobrinos,
y también en sus amigos. De manera personal, comparto esa estructura emocional,
porque creo que justamente, los afectos y amores de los que uno quiere y sabe
que también lo quieren bien a uno, es lo más importante durante el recorrido
que nos toca en suerte y al final del camino, es lo que nos va a quedar en el
alma y en el espíritu.
Me pone feliz que haya ganado este trascendental premio,
sumado a otros tan sobresalientes que ya ha cosechado a lo largo del tiempo,
porque en su figura de actor preponderante de la escena cinematográfica, se
incluye un hombre que ha sabido ensamblar su vocación de manera distinguida y
descollante con la sapiencia y sensatez personal que los años le han dado, y
que él fue moldeando en base a su nobleza y honestidad intelectual.
Insisto, una vez más, nada es porque sí y como ejemplo de mi
afirmación, comparto esta charla abierta que brindó el año pasado y que lo
muestra de cuerpo entero, explicando en cierta forma, su grandeza como artista y
como ser humano.
Felicitaciones, Richard!!! Toda mi admiración y cariño de
siempre.
Después de 53 años de transmisión ininterrumpida, el
programa “Sábado Gigante” deja de salir al aire, coincidiendo con el
aniversario número 75 de su creador y conductor Mario Kreutzberger, más conocido como
Don Francisco.
Me animo a decir que todos los artistas que hemos
desarrollado una carrera dentro del mundo de la música en español, hemos pasado
por este ciclo emblemático que primero se llamó “Show Dominical”, que iba los
días domingo por Canal 13 de Chile en 1962, después fue movido a los sábados,
denominándolo “Sábados Gigantes”, hasta 1985 y finalmente, cuando la Cadena
Univisión comenzó a emitirlo en Estados Unidos desde Miami en 1986, se transformó
en “Sábado Gigante”, en singular.
Es el programa de variedades que tiene el récord ‘Guinnes’
con mayor número de horas de retransmisión, llegando a las 14.000 y ha
mantenido un promedio de sintonía de alrededor de 3 millones de espectadores
por emisión durante un poco más de 1510 envíos.
Una de las frases que su conductor, Don Francisco,
popularizó a lo largo del tiempo es “Separados por la distancia, unidos por el
mismo idioma” y realmente ha sido así, porque “Sábado Gigante” abarcó durante
un poco más de 5 décadas, una audiencia latina que abarcó más de 40 países, generando variadas críticas en sus distintas etapas, llegando a ser denominado
por algunos medios “pastiche televisivo" o un “largo comercial con entretenimientos"; alguna vez, un periodista estadounidense dijo que el ciclo
era “fabulosamente divertido y maravillosamente surrealista”. Sin embargo, pese
a sus circunstanciales detractores, el programa siempre resultó muy exitoso y
se mantuvo incólume hasta el día de hoy, dejando la pantalla con plena
notoriedad.
Siempre me llamó la atención (y quizás ése fue uno
de los motivos del éxito sostenido del ciclo) la gran cantidad de dinero que se
entregaba a los ganadores de los diferentes juegos que formaban parte del heterogéneo
contenido, estimado en todos estos años, en 50 millones de dólares junto a más
de 3.000 automóviles nuevos.
Cuando Mario Kreutzberger y Joaquín Blaya, deciden ‘internacionalizar’
el programa en 1986, dejando de realizarlo en Chile para comenzar a emitir desde
Estados Unidos a través de lo que fue SIN (Spanish International Network) y hoy
es Univisión, no imaginaban que con el correr de los años, se iba a transformar
en un espacio de referencia política, ya que además de ir tomando un formato casi
bilingüe, entró
en las agendas de los candidatos que se prestaban a las entrevistas con Don
Francisco, asegurándose una fuerte presencia en las familias latinas que hablan
dos idiomas. Fue tal la evolución y trascendencia que adquirió en el mundo
latino-anglo, y en la industria del espectáculo que en distintas oportunidades
fue motivo de menciones, imitaciones y parodias en otros shows televisivos como
“Los Simpson”, “Gardfield y sus amigos”, “Padre de familia” (“Family gay”), “Clarissa
lo explica todo” y “Saturday night live”, entre otros.
Las veces que he tenido la oportunidad de participar
en sus programas, Don Francisco siempre fue muy afectuoso y cordial conmigo,
inclusive, varias veces me ha invitado a las jornadas solidarias y benéficas que
realiza todos los años desde hace mucho tiempo, llamadas Teletón, y en una
etapa donde también producía “Noche de gigantes”, he sido convocado por él para
participar cantando.
Hace unos días atrás, Daniela Aranis Sanz, una
amable amiga chilena, me informó sobre el repaso que se está realizando en la
televisión de Chile con motivo de la despedida del ciclo, en el cual revivieron
distintas presentaciones mías, incluyéndome incluso, en las propagandas del
especial elaborado, motivo que me enorgullece entre la enorme cantidad de
figuras de la música que han pasado por el programa. Es un privilegio para mí,
formar parte de la distinguida ‘elite’ de artistas que se encuentran en la
historia de este ciclo tan significativo.
Las razones exactas del por qué termina “Sábado
Gigante” no se han planteado y Don Francisco tampoco ha dado muchas explicaciones
sobre el motivo puntual, solo hizo algunas referencias a los cambios dentro del esquema
televisivo actual, pero no especificó más detalles. El interrogante surge y la
incertidumbre es mayor, ya que el programa mantiene un alto nivel de audiencia
y una importante pauta publicitaria.
Sin lugar a dudas, provoca dolor que finalice y
seguramente, muchos millones de personas lo sentirán intensamente, porque
después de tantas décadas, varias generaciones han ido creciendo junto al
programa, que los entretuvo, divirtió y acompañó con sketches, reencuentros
familiares, desfiles de mujeres bellas, concursos, música y entusiasmo, alegría
y felicidad.
Para mí, personalmente, y supongo que para muchos
otros artistas latinos en el mundo, también es una gran pena, porque “Sábado
Gigante” nos ha permitido llegar a los hogares de millones de personas con
nuestra música, sustentando nuestro idioma, apoyando nuestros talentos y permitiendo
ese lazo inestimable entre el artista y el público.
Gracias, Don Francisco. Gracias, “Sábado Gigante”.
NÚMEROS
Y CURIOSIDADES
En
Chile, el programa comenzó a emitirse el 5 de agosto de 1962 y en 1968, obtuvo
su nombre definitivo: “Sábados gigantes”, hasta esa fecha tuvo diversas
nominaciones como “Sábados alegres” y “Show dominical”. Desde que se consagró
el sábado en su nombre, sólo una vez se transmitió otro día de la semana. El
sábado 11 de diciembre de 1993 hubo elecciones presidenciales en Chile, por lo
que la emisión se adelantó para el miércoles 8 de diciembre.
En
total, “Sábado Gigante”, logra acumular poco más de 1.530 emisiones en su
versión estadounidense y casi 2.800 en total, sumando desde sus orígenes en
Chile.
Comienza
a transmitirse en colores el 15 de abril de 1978 y en alta definición, el 25 de
diciembre de 2010. El
momento exacto en que el programa entra a las páginas del Libro ‘Guinnes’ fue
el año 2001, registrándose como el más longevo al aire y en la historia de la
TV mundial.
Si bien
los montos siempre son aproximados y nunca exactos, se estima que su conductor,
Mario Kreutzberger, suscribió en 2007 un contrato por casi 13 millones de dólares
por “Sábado Gigante”, más un valor cercano a los 3 millones de dólares por las
emisiones de otro ciclo nocturno que llamó “Don Francisco presenta”, una
versión adaptada de “Noche de gigantes”, que realizó en Chile entre los años
1978 y 1989.
Don
Francisco ha explorado también el ámbito editorial y musical; tiene 2 libros
publicados, “¿Quién soy?” (1987) y “Entre la espada y la TV” (2002), para los
que se hizo asesorar de importantes escritores como Alfonso Alcalde y Poli
Délano, respectivamente. En cuanto a la música, editó tres discos: “El bailongo”
(1981), “El pachi-pachi” (1994) y “Mi homenaje gigante a la música norteña”
(2004). En ambos casos, las incursiones fueron ampliamente exitosas y la gran
parte del dinero recaudado ha sido destinado a importantes campañas solidarias.
Otro
aspecto destacado en la trayectoria de Don Francisco es su impulso y
participación en la Teletón, que en Chile tiene una particularidad especial: se
trata de un programa televisivo al que se suman todas las estaciones abiertas,
públicas y privadas.
Desde
su inicio de esta campaña, en diciembre de 1978, los aportes reunidos suman
casi 500 millones de dólares, permitiendo la puesta en marcha de una decena de
institutos de rehabilitación infantil en todo el país.
Casi 10
millones de personas han disfrutado del ciclo “Sábado Gigante” en el set
televisivo y el único programa que no animó Don Francisco fue cuando falleció
su madre en 1974. Se estima que el conductor ha recorrido poco más de 150
países con su cámara viajera y el 8 de junio de 2001, recibió la estrella del
Paseo de la Fama en Hollywood, la número 2.179, por la masiva trascendencia de
su programa.
Lili Estefan
es la modelo que más tiempo ha estado en el programa: 12 años y los coanimadores
que ha tenido suman 5: Pepe Yeruba, Leo Caprile, Cristian Gordon y Eduardo
Riveros en Chile y Javier Romero, en Estados Unidos.
Hoy, 19
de septiembre de 2015, es la fecha en que se emite el último capítulo de este
programa récord de la televisión mundial: “Sábado Gigante”.