Soy feliz con muy poco... Me basta el cariño de la gente que quiero y me quiere, un recuerdo de niño, las sonrisas de mis hijos, alguna canción, el fútbol, los rayos del sol, el abrazo de un amigo y la congratulación de la salud. Soy tan feliz con tan poco, que hasta me parece impropio. La dicha de la vida es tan consustancial como simple y solo se trata de disfrutarla. Les deseo lo mismo que a mí: Que sean felices!
Por lo general, en los últimos días del año, el repaso de lo vivido es inevitable y los recuerdos que más me enternecen son los de la infancia y la adolescencia. Me conmueven y emocionan esas dos etapas y provocan que sea aún más agradecido... a mis viejos y al destino que me tocó en suerte. Compartir parte de mis vivencias aquí, en fotos que eternizan esos momentos, es una manera de abrir el corazón ante muchos de ustedes que me hacen saber su cariño espontáneo y además, es una forma más de volver a transitar esos tiempos dichosos e inolvidables.
Felicidades a todos!
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