MOTIVO

Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)

domingo, 9 de septiembre de 2012

¡TE QUIERO, LEONARDO!


Leonardo Favio es alguien muy especial en mi vida. Primero, porque fue uno de los amigos de mi padre que él más quiso y probablemente con quien más regañó, sobre todo en la época que trabajaron juntos profesionalmente. Segundo, porque he crecido junto a su etapa de esplendor artístico musical y cinematográfico y el hecho de vivirlo tan cercanamente, su figura siempre fue grandiosa y emblemática para mí, con el agregado superlativo de incrementar mi relación de cariño y proximidad a medida que fui creciendo hasta transformarme y sentirme su amigo, también. Fue tan importante en mi crecimiento que llegó a marcar además, la etapa de mi adolescencia fuertemente por medio del compromiso social y político que coincidía con el retorno de la democracia en Argentina por esos años. Y tercero, porque a través de la admiración y predilección que siempre encontré en él, influyó enormemente en mi decisión interior de ser artista, seguramente sin que él sea consciente de esto.
 
Más allá de estas razones personales, Favio es particularmente representativo como ícono de nuestra cultura argentina, que después de más de cuarenta y tantos años de trayectoria, abarca gran parte del mundo de habla hispana, dejando huella firme y perpetua con sus canciones “simples y cotidianas” (como a él les gusta llamarlas). Su cine es el fiel reflejo de la sensibilidad de niño frágil y tierno que supo ser, basado en una mágica e intuitiva creatividad, que lo transforma en único e irrepetible.
No es mi intención hablar de su obra, porque ella misma habla por sí sola, tampoco quiero adjetivizarlo como han hecho muchos periodistas y seguidores a lo largo de su carrera, si bien podría repetir abundantes elogios a su talento; mucho menos estoy aquí para referirme a su intelecto y superación, ya que los logros obtenidos en su vida dan muestra de la capacidad y fortaleza interior que un niño casi analfabeto como él ha sido, pudo alcanzar sus metas, casi sin darse cuenta al comienzo del camino y adquiriendo respeto y reverencias en el último tramo de su heterogéneo recorrido.
Hace unas semanas atrás, en su última aparición pública, con motivo de un reconocimiento a su representación cultural por parte de los integrantes del Congreso de la Nación, el Presidente de la Cámara de Diputados, dijo: “Leonardo Favio es un hijo del pueblo que retrató con su arte las mejores convicciones de los argentinos. Su obra es ya patrimonio del pueblo argentino, porque representa de una manera muy fuerte toda nuestra historia política, social y cultural, y creo que ése es el principal motivo que tenemos para agradecerle a este argentino con convicciones intransferibles”. Y yo agrego que él, además de ser un mito viviente, entre otras cosas por haber alcanzado algo que muy pocos logran: ser un artista popularmente intelectual e intelectualmente popular, ya que su obra cinematográfica y musical, lo posicionan como un referente casi único que ha sabido llegar al corazón de ambos mundos, de manera natural, es también símbolo de una época venturosa y próspera, donde su figura sobresalió a fuerza de talento e intuición.
Favio es un artista singular que supo aunar siempre el arte con el compromiso social y esa característica, lo hace aún más infrecuente y privilegiado.
Su fibra y valía personal y artística tiene continuidad en su hijo Nicolás, mi Nico querido, que ha heredado no solo su capacidad creativa sino también su misma sensibilidad humana. Y para dejar su trazo genético completo, María Salomé, Pupy de mi corazón, es quien lleva su apellido colmado de belleza, externa e interna, fruto de su amor con quien es su compañera incansable de mil batallas, mi adorada Carola.
Es difícil separar mi profundo cariño personal con lo profesional, pero intentando dejar de lado el gran afecto que le tengo, creo que Leonardo es de las personas sobresalientes del arte latinoamericano, que abarca la actuación, la música, la composición, la interpretación, la dirección, el guión, la poesía y en todo se destaca por su originalidad, sensibilidad y talento.
Contradiciendo una de las letras de sus canciones, donde refleja su humildad y hace referencia a una supuesta limitación suya como autor e intérprete,  Favio es un cantor de pueblo con mucho vuelo y coincidiendo con la continuación de ese texto que tituló “Si mi guitarra canta como canta”, justamente, como es de pueblo siempre supo lo que quiso, cantándole a la gente simple y sencilla, a la que de igual manera cautivó como director cinematográfico, con sus magnánimas obras fílmicas, que forman parte de la mejor historia del cine argentino.
Y para cerrar esta sentida evocación, tomo su propia inspiración y lo describo tal cual él se siente: Leonardo Favio es algo mentiroso, pero tan solo un poco, tal vez lo imprescindible para pode vivir, a veces fue valiente y ha conocido el miedo, pero vive el orgullo de no ser ni en sueños, traidor. A veces hizo trampa, a veces hizo daño, otras, se brindó entero. Amó mucho, lo amaron y ha dejados sus frutos, aprendió de un judío qué es respeto y amor, piensa que es pecado de muerte explotar a los pobres y a ese obrero judío, eligió como Dios. Se quiere cuando sueña que muere por la gente, aunque después, despierto, es un pobre bufón, le encanta trasnocharse con putas y ladrones y borracho mil veces, lo ha descubierto el sol; más por si acaso alguno, para mentirle al pueblo, alguna vez necesitó su canto, su guitarra o su voz, se encargó de decirle que con él, nunca se equivoquen, que sabe bien lo que quiere, a su lado poetas, alpargatas y sudor.
¡TE QUIERO, MI ENTRAÑABLE LEONARDO!

8 comentarios:

  1. EXCELENTEEEEEEE!!!!! CAPO FAVIO Y CAPO VOS QUERIDO ORLANDO!!!!!!!!! DOS MONSTRUOS DEL ARTE ARGENTINO!!!!!! VIVA PERON!!!!! VIVA FAVIO!!!!!! VIVA NETTI!!!!!!

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  2. Favio es el mayor representante de nuestra cultura como cantante, como director, como simbolo cultural. Que lindo lo que sentis y escribiste del gran Leonardo Favio. Hermoso.

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  3. Oscar Fernando Duque Enriquez9 de septiembre de 2012, 10:08

    Tuviste la suerte que todos anhelamos tener muy de cerca al maestro....tu corazón debe vivir tranquilo hermano faviano!!!!

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  4. UN GENIO DEL CINE Y DE LA CANCION.....INOLVIDABLES SUS PELÍCULAS y SUS TEMAS....GRACIAS PPOR EXISTIRR FAVIO Y A VOS ORLANDO POR ESE CARIÑO QUE LKE TENES COMO TODOS LOS QUE LO ADMIRAMOS TANTO

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  5. Favio es mi idolo de siempre. Es el mejor director de cine argentino y el cantante con mas sentimiento de todos. Un grande de verdad. Un genio!!!!! Gracias Netti por este homenaje.

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  6. Me gusta mucho tu blog y comparto la enorme admiración por el genial Leonardo Favio...

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  7. Silvia Jaqueline Paz Chavarria17 de septiembre de 2012, 15:17

    lindo

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  8. Hermoso lo que has escrito Orlando. Siempre será el mas grande. Favio es lo maximo!!!!!

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