Este disco no se encuentra nominado, ni siquiera mencionado, en
los Premios Gardel 2017, pero es una festiva y mordaz manera de manifestar que
los galardones y distinciones, por más trascendentes, loables y respetables que
sean, son una mera y buena excusa para alimentar el ego de ciertos intérpretes
e intentar fomentar la industria, que tan alicaída se encuentra gracias a los
descuidos, incurias y negligencias que se han ido sucediendo desde hace un
largo tiempo a esta parte. Los responsables de que la música argentina haya ido
perdiendo el lugar predominante que supo atesorar en otras épocas, son los
mismos que han transformado la inspiración, el entusiasmo y la sensibilidad
artística en un frío negocio comercial que solo se centra en recaudar dinero,
apartándose de su esencia natural y desmereciendo la noble labor que establece
la cultura. Vaya esta publicación con algo de reflexión, un poco de análisis y mucho
de humor.
MOTIVO
Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)
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