MOTIVO

Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)

martes, 13 de agosto de 2019

EN FAVOR DEL BIEN COMÚN

Podría no publicar nada. Podría seguir con mis cosas personales y profesionales. Podría ignorar lo que sucede en mi país. También, podría decir que es muy complejo trabajar normalmente. Podría afirmar que nunca transitamos algo semejante en Argentina. Y podría certificar que es casi imposible seguir viviendo de la forma que lo estamos haciendo. Los que no se dan cuenta o no quieren asumir que los forajidos de alta alcurnia llegaron al poder utilizando el odio, manipulándolo a su favor, generándolo a diario, a través de los medios cómplices, son los que volvieron a votar pensando solo en su antipatía, desprecio, fobia, aversión y aborrecimiento por el que detestan, el que no quieren, el que repugnan. Son los mismos que se quejan por todo, pero cuando se encuentran en la disyuntiva de elegir por blanco o negro, aunque estén en el límite de su propia decadencia ciudadana, arrastrados por su sentimiento mezquino y ruin, deciden reincidir en la elección, ignorando y menospreciando a millones de connacionales que se cagan de hambre, literalmente, y la pasan muy mal. Gente desprotegida desde todo lugar, niños que no merecen la cruel subsistencia que les toca vivir, viejos desamparados y engañados por una política neoliberal que los prefiere más cerca de su viaje de despedida, que disfrutando los supuestos beneficios que deberían tener en sus últimos años de existencia. Los políticos que lograron el objetivo hace cuatro años, basados en la mentira y la patraña, repiten la fórmula, recurriendo a cualquier artimaña para volver a embaucar. Los que se guían por esos parámetros miserables de egoísmo y oscurantismo, volverán a apoyarlos una y otra vez, sin dudas, sin importarles nada del futuro del país, ni siquiera, de ellos mismos y sus seres cercanos. Dividir, crear incertidumbre y generar malestar nuevamente, no es la manera de intentar prosperidad y progreso, todo lo contrario, mejor hubiese sido que se ocuparan de no hacer mierda al país, dejando una deuda mega multimillonaria, con cientos de miles de empresas fundidas y la industria nacional destrozada, sin dejar de marcar, la devastación que llevaron adelante en educación, salud, ciencia, cultura y seguridad. Me alegra que la gran mayoría de los ciudadanos haya reaccionado ante este presente nefasto, corrupto y humillante que nos está pulverizando como país. El voto es la mejor herramienta que tenemos para expresarnos cívicamente, y mucho más sobresaliente, cuando se utiliza en favor del bien común y no de un grupo de inescrupulosos que emplean el odio para intentar lograr sus objetivos.

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