Ser testigo cotidiano de los distintos ataques de un lado y tenaces defensas del otro, y viceversa, en cuanto a política se refiere, me llevan a pensar que sería muy bueno para Argentina que aquellos que se encuentran plenos, felices y rebosantes de alegría con el Gobierno de Macri, continúen con sus métodos, leyes y políticas neoliberales, y todos los que no compartimos sus decisiones y disciplinas, estemos gobernados por Alberto Fernández. Así no habría más confrontaciones, peleas, ni enfrentamientos y todos estaríamos conformes. A medida que el tiempo transcurra, veríamos a quiénes les va mejor y quiénes son más dichosos. Dos países. Dos conceptos. Dos realidades. Sería una novedosa forma de solucionar el problema y terminar con la famosa e insoportable "Grieta" que genera odio, rencor, nos circunda desde hace años y tanto gustan alimentar, día tras día, los miserables de siempre. Cada cual con su pensamiento e ideología y tema solucionado. Una utópica propuesta que, si se llevara a cabo, demostraría, en concreto, que la única verdad, realmente, es la realidad que cada uno vive.
MOTIVO
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sábado, 2 de noviembre de 2019
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