La muerte nos ronda
permanentemente, escuchamos hablar de muerte todo el tiempo, nos enteramos de
muertes cercanas y lejanas, cotidianamente, somos testigos de miles de muertes
por la Pandemia, día tras día, y tratamos de procesarlas como podemos. Cuando
la muerte llega a un ser querido es, aún, mucho más duro atravesarla. Estoy conmocionado
y muy dolido.
Anoche recibí la luctuosa
noticia del fallecimiento de Vicente Sardelich Brian, quien fuera mi productor
discográfico, primero, y representante, después. Él, junto a Beatriz Lupo, me
recibió en CBS, siendo Director Artístico de la compañía, cuando me presenté
con diecisiete años y dos canciones grabadas en un cassette para probar suerte
como cantante. Él y Beatriz, fueron los que confiaron en mí, los que aprobaron
mi contratación, los que creyeron en mis condiciones e impulsaron mi lanzamiento,
los que me dieron la posibilidad de hacer un camino dentro de la música.
Vicente, mi querido
Vicente, fue, también el productor ejecutivo de mis primeros cuatro discos, los
más exitosos, los que más vendieron, los que permitieron que mis canciones
recorrieran casi todo el mundo de habla hispana. Vicente fue el que me acercó
la canción “Clásico” e insistió para que fuera el tema de difusión de mi
primera producción, que después se transformó en “boom” musical en muchos
países de Latinoamérica. Vicente fue el que creyó que “Recién te conozco y te
quiero” iba a trascender masivamente con la fuerza y notoriedad popular que
después tuvo a nivel internacional. Vicente fue el que confió en “Porque tú
eres mía” como tema central de mi tercer disco para obtener los buenos resultados
en los charts de varias regiones latinas. Vicente me acompañó en la decisión de
apoyar “Te voy a contar un secreto” como punta de lanza del cuarto disco y
volver a posicionarme en los rankings de ventas.
Además de trabajar varios
años en RCA Víctor, cuando pasó a lo que hoy es Sony Music, fue director
artístico y productor ejecutivo de Pimpinela, María Martha Serra Lima, Soda
Stéreo, Los Enanitos Verdes, Marilina Ross, Paz Martínez, Virus, Nacha Guevara,
Piero, Factoría, Sumo, Enrique Llopis, Estela Raval y Rodolfo Mederos, entre
muchos otros.
Vicente creyó tanto en mí, que decidió dejar su importante cargo en la compañía discográfica para ser mi manager y así, acompañar mi trabajo desde un lugar más inmediato, transformándose en gestor de giras, producciones y contratos que incrementaron el desarrollo internacional de mi carrera.
Vicente fue el impulsor,
también, de mi faceta como conductor televisivo y un puntal anímico para que
decidiera continuar mi trayecto artístico en México, cuando resolví radicarme
allí.
Vicente Sardelich Brian fue
esencial en mi vida profesional y un ser humano franco, humilde, bondadoso,
divertido, sensible, contemplativo, respetuoso, desinteresado y honrado.
Alguien que se adaptaba a las circunstancias sin conflictos, ni
enfrentamientos, de alma noble y espíritu leal, a quien quise mucho y de quien
recibí afecto sincero, siempre.
Despedirlo, sin siquiera haber podido acompañar sus restos, me entristece inmensamente, me produce angustia, me da impotencia. Lo recuerdo y evoco en las redes sociales con algunas fotos que encontré de los tantos momentos compartidos, pero, fundamentalmente, lo llevaré latente y presente, siempre, en mi corazón.