Muchas veces escribo cosas que comparto en las redes sociales, que transmiten mis sentimientos y emociones de la vida personal y profesional, asomadas de la cotidianidad; otras veces, con pensamientos y sensaciones que me surgen de la realidad que nos toca transitar a nivel social y económico, originadas del día a día, y otras veces más, reflexiones nacidas desde el interior de mi ser, en forma natural y espontánea, que reflejan en un alto porcentaje, mi temperamento y personalidad. En una época extrañamente trastocada en varios aspectos, los textos largos son cada vez menos leídos (quizás por la vorágine que nos inculcan desde la inmediatez mediática o el acostumbramiento perezoso de acotar información en pocas líneas) como símbolo de una practicidad dudosa y un pragmatismo ambiguo. Dadas estas circunstancias puntuales y los hechos precisos de limitación lectora, resumo: Estoy agotado de tanta pelotudez humana, perversidad política, hipocresía colectiva y duplicidad ideológica. Necesitamos barajar y dar de nuevo, indefectiblemente. Basta de apoyar, defender y justificar imbéciles, provocadores, agresivos, perversos, indecentes, corruptos, viles e inescrupulosos. Tomamos conciencia de esto a nivel colectivo o seguiremos hundiéndonos cada vez más hasta desintegrarnos moral y anímicamente absolutamente todos, todas, todes, todis y todus. Argentina no va más de esta forma.
MOTIVO
Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)
sábado, 8 de junio de 2024
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