MOTIVO

Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)

domingo, 6 de noviembre de 2011

UNIDOS ES MEJOR PARA TODOS


Hay días y días, momentos y momentos, estados y estados... Hoy tengo un sentimiento de nostalgia nacido desde algún remoto mecanismo interno que muchas veces no sabemos de dónde ni por qué se genera. Nostalgia en el sentido más amplio y profundo de la palabra porque me levanté pensando en mi viejo (todos los días lo recuerdo, pero esta mañana fue madrugadora su presencia espiritual), seguí con un repaso detallado de mi feliz infancia, acompañado de varias imágenes en las que me veo junto mi madre, a la que felizmente todavía tengo viva, momentos atesorados con amigos del colegio Lange Ley y vivencias recorridas con mi querido Martín Guerrero, compañero inseparable de aquellos días de niño y adolescente hasta hoy, con los vaivenes de la amistad que los tiempos determinan a lo largo del camino, en nuestra madurez.

Más tarde, recorrí una época muy linda de mi vida donde compartía la convivencia con mi amigo Juan Darthés, jóvenes los dos, en un departamento del barrio de Palermo, donde él preparaba el mate para el desayuno y yo armaba la mesa con los individuales, la azucarera para mí y el edulcorante para él, las galletitas para mí y el pan de salvado para él y algún que otro dulce para untar que dividíamos mientras planificábamos nuestro día laboral. Éramos un equipo de dos que nos complementábamos muy bien, tanto en la cotidianeidad de la vida diaria como en los caracteres y decisiones. Vivíamos juntos pero lográbamos una independencia muy armónica que posibilitó la coexistencia durante casi dos años. Años que también disfruté con esos amigos que uno hace para siempre: Roberto Antier, Pepe Monje, Pablo Rago, Alejo García Pintos, Pablo Novak, Fabián Gianola, Silvestre, Henry Zakka, Chino Asencio y otros que uno creía que eran para siempre, pero que el tiempo y sus procederes, confirmaron que estaba equivocado. Entre tanto recuerdo de amor, lo veo también a mi hermano Lucky, pre adolescente, con sus amigos alegrando los fines de semana en Castelar.

Después, viajé con mi mente hacia México, donde además de transitar una experiencia que me enriqueció espiritualmente y afirmó profesionalmente, me fortificó a nivel personal; allí lo conocí al que hoy, después de 20 años, sigue siendo mi amigo y socio, Matías Mc Cluskey, quien me conectó la energía que necesitaba en aquellos tiempos para adaptarme a otra forma de vida azteca, que desconocía y me costó asimilar.

Continué repasando mentalmente, otra época que compartimos con un hermano elegido de la vida, Manuel Wirzt, con quien también vivimos juntos y disfrutamos muchas cosas en común, inclusive la realización personal de ir a la par con la concreción de nuestras familias constituidas. Eran épocas diferentes en el país, otro entusiasmo, otra energía, con problemas, como siempre en Argentina, pero con la esperanza de salir adelante, de avanzar, de lograr objetivos, de derribar barreras, de ir por los sueños, luchar por ellos y finalmente alcanzarlos.

No digo que hoy los jóvenes de 25 años no tengan esas mismas ilusiones y ganas de conquistar sus metas, pero percibo un clima distinto y una cruda realidad que transforma los días en más difíciles, más complejos, más confusos, quizás. Todo se ha modificado a nivel social, los pobres son más pobres, los ricos son más ricos y la clase media se encuentra justamente en el medio de una crisis que cada día la baja más de nivel y le cuesta enormemente mantener la jerarquía adquirida por años y años, aquí, en nuestro querido y bendito país, Argentina.

Sé que el problema económico no es solamente patrimonio nuestro y que el mundo sufre transformaciones en ese aspecto, pero esa influencia administrativa, repercute directamente en millones de personas que a través del tiempo han sido mayoría y que con el correr de los años, van camino a pertenecer a una minoría, muy a pesar de los bien pensados e intencionados.

Esta difícil situación generalizada que viene desde décadas, repercute de manera profunda en lo social; la educación, la salud, la seguridad son los temas más latentes porque justamente, son los que más ‘laten’ en nuestra sensibilidad.

Creo firmemente en que una sociedad bien educada, como eslabón principal de prioridades, promete un mejor futuro, incrementa las posibilidades, ayuda a proyectarse mejor a nivel personal y profesional. La educación es la base de nuestra formación y hace que seamos mejores analistas de lo que nos pasa, que podamos discernir en mayor medida qué puede estar bien y mal, nos brinda capacidad para desarrollarnos en lo que elijamos hacer, nos nutre de raciocinio y ubicación. Por lógica, con una mejor educación, indefectiblemente, bajaría muchísimo la delincuencia, porque esas personas que hoy rozan la marginalidad obligada, tendrían forma de poder salir adelante con otras armas, que no sean de calibre 45.

Escribo espontáneamente lo que va surgiendo en mi cabeza, pero al mismo tiempo me pregunto si no es absurdo, estar dejando este pensamiento escrito, que quizás quede en pocos ojos que lo repasen y lean. Pero, inmediatamente, respondo internamente a mí mismo y me digo: “hay que decir lo que se piensa y no guardarse nada”.

Este año 2011, fue importante para nuestro destino inmediato porque hubo elecciones; tuvimos la posibilidad que nos permite la democracia, de elegir quiénes nos van a continuar gobernando durante cuatro años más; más allá de fanatismos políticos, de ideas extremistas de un lado y del otro, de posiciones encontradas y desencontradas, hay una realidad que tenemos que aceptar: la mayoría eligió y eso es lo que vale. No quiero mezclar mi opinión personal en este comentario, porque no es el fin, lo que quiero compartir con quienes de vez en cuando pasan por aquí a leerme, es que me parece necesario que definitivamente dejemos a un costado nuestras cerradas mentes y rígidas posturas (reitero, de un lado y otro) para tirar todos hacia el mismo lado.

Siento que estamos viviendo un momento histórico importante para el país, por un montón de viscisitudes, económicas, sociales, políticas y humanas en el mundo entero y vislumbro que si de una vez por todas, dejamos de lado los egoísmos y los antagonismos, podemos lograr un mejor futuro, acercarnos a lo que todos deseamos: vivir mejor, más tranquilos, en armonía, en paz… Puede sonar ingenuo, parecer muy difícil y es posible que lo sea, pero intentémoslo, dicen que “no hay peor cosa que la que no se intenta”, entonces tratemos de concientizarnos positivamente para empujar del carro todos juntos. Probemos, aunque parezca una quimera, aunque siempre haya gente empecinada en desestabilizar, aunque muchos estén ocupados en delinquir, aunque sepamos que no todo es la panacea, probemos… seguramente, si lo logramos, si nos unimos, dejando de lado lo oscuro que algunos necesitan generar, nos vamos a dar cuenta que es mucho mejor para todos.

Algo que publicó en su muro de Facebook el querido Gallego Ramírez, productor del programa "Desde la Vida" que se emite en la TV Pública los sábados a las 10 hs. conducido por Fenna Della Maggiora y Ana Paula Vitelli, es un ejemplo puntual de "cuando se quiere, se puede". Lo comparto con ustedes, junto a las palabras que acompañó el lúcido Gallego: "Les pido a todos que no dejen de ver este video, no solo se emocionarán sino también entenderán que muchos de nuestros problemas son insignificantes ante tanta grandeza... Nada es imposible cuando tus sentimientos son los que manejan el verdadero sentido de la vida... La igualdad y la inclusión son parte de esos sentimientos... Gracias a todos los que hacen posible un mundo mejor."

http://www.youtube.com/watch?v=5UVUzAUiEMY

3 comentarios:

  1. Victoria Castellano7 de noviembre de 2011, 4:04

    Muy lindo mensaje Orlando, además de tu sensibilidad. Se nota que sos una buena persona porque abrir las emociones íntimas como lo haces, denota el ser de luz que sos. Bendiciones para vos y para todos nosotros como país. Dios quiera que tu pensamiento se pueda llevar a cabo, a pesar de los desestabilizadores que nunca faltan. Mucho amor, paz y armonía.

    ResponderEliminar
  2. Sos muy optimista, Orlando. No creo que se pueda lograr lo que proponés, somos muy poco inteligentes para poder unirnos y pensar en el bien común. Argentina, país generoso! Igual te felicito por tu propuesta y las ganas de lograr lo imposible en un país como el nuestro. Nunca nos vamos a poner todos de acuerdo, por eso estamos como estamos. Abrazo de gol

    ResponderEliminar
  3. Una persona que muestra sus sentimientos tan abiertamente tiene que ser un ser de luz. Sos un gran artista y presiento que una gran persona también. Que DIOS ilumine tu camino y que también nos proteja a todos nosotros para que se cumpla tu pensamiento de unión en pos de un país mejor. Mucha suerte Orlando. Un beso grande.

    ResponderEliminar