¡QUÉ WACHI... QUÉ MINI... QUÉ TURROS!

17 de Octubre, día de la lealtad, día de la televisión argentina, día de homenajes varios, día de remembranzas diversas y día que marcó la trascendencia definitivamente masiva, por ser presentados en el programa de Susana Giménez, de Los Wachiturros, un grupo de varios muchachos adolescentes que rondan los 14 años que intentan ser un grupo musical con muy poca calidad artística, pero con alto marketing mediático.

No soy quién para criticar a nadie, no es mi intención determinar qué es bueno y qué no, tampoco nunca me meto con el trabajo de las personas, cada quien se gana la vida como quiere y puede, pero lo que sí siento, es una necesidad de decir lo que pienso, primero como espectador, como oyente, como amante de la música y después como artista.

Estos chicos, a quienes han colocado de la noche a la mañana en el podio de las “nuevas sensaciones musicales” (como muchos de los que surgen en los últimos años y después se esfuman tan rápido como aparecen), son utilizados por los que los produjeron, fieles al nombre que los presenta en sociedad: Wachi…, proveniente de la palabra guacho pero con w inicial. La palabra guacho, viene del quechua, vajcha, huérfano, sin padres vivos o de padre desconocido; en Argentina, también se utiliza de manera peyorativa para determinar a una mala persona: ‘Aquél tipo es un guacho, no te fíes de él’ y anteponiendo la letra w, en una especie de léxico callejero, es como decir nene, chiquito, pendejo: ‘¿Qué te pasa wacho, te vas a parar de manos? en el caso de una pelea, por ejemplo. Y Turros, palabra que se utiliza como sinónimo de ‘sinvergüenzas’ y ‘desfachatados’; Turro es un calificativo duro para referirse a una persona del que sabemos o hemos oído hablar sobre acciones traidoras, estafadoras e indecentes, de la que no se puede esperar más que traición o aprovechamiento.

Sin hacer un análisis muy profundo del hecho anecdótico y sorprendente de encontrarse en la pantalla de televisión con estos seis muchachitos con corte de pelo personal (rapado a los costados de la cabeza y cresta de gallo en punta), movimientos contorneados y un pasito característico de su supuesto “hit” ‘Tirate un paso’, del cual un tal Rey Pirin, cantante portorriqueño, dice ser el autor original y les pide un millón de dólares de resarcimiento por no reconocerlo como tal), es mucho más que impresionante, ver hoy a la mañana en el programa “Desayuno Americano” de América TV, un grupúsculo de seis niños que vinieron a desterrar y tirar por la borda la famosa frase: “Lo bueno viene en frasco chico”, autoproclamándose de manera natural ‘Los Miniturros’.

Era patético ver a estos niñitos con el mismo corte de pelo, imitando los mismos movimientos de sus “ídolos” un poco mayores que ellos, solo un poco, reproduciendo frases que como mínimo, no son representativas de un chico de esa edad.

¿Qué papá no sueña con un novio o simpatizante de su hija que le diga: “Vení gatita, mové el culo y vení para la villa”? y mucho más si todo eso lo dice un nene de 9 años!; Resumiendo, esto es lo que escuché en boca del chiquito que se diferenciaba del resto con una remera a rayas roja, de las azules de sus compañeritos, por ser “el cantante” del diminuto grupo reggaetón, cumbia villera o no sé cómo denominar el estilo. Si además le sumamos, la versión femenina wachiturra que se hacen llamar “Las Culisueltas”, completamos el combo, ya que lo primero que uno percibe al verlas es decadencia e ignorancia, no solo musical sino también espiritual: “No quiero novio, no quiero a nadie que me esté diciendo nada, ninguno que me venga a hablar pendejadas”. ¡Muy bonito, con mucho estilo, gran clase y soberbio gusto!

Desde mi humilde lugar artístico y en pos de incentivar al público a disfrutar de entretenimientos un poco más considerados, les pido a los productores de los programas, directores artísticos de las compañías discográficas y gerentes de programación de los canales de TV, que comiencen a modificar sus gustos y decisiones de lo que sale al aire para intentar nivelar un poco más hacia arriba y no hundirnos cada vez más en el fondo del pozo lleno de basura. ¡Propongo una tele libre de gluten, ya que siento que desde hace un largo tiempo, nos está enfermando!