Se termina este año 2012 y con él
se van muchas de mis vivencias importantes. Con él, se fue físicamente mi
entrañable Leonardo Favio, por eso también pierdo físicamente gran parte de mi recorrido,
de mis experiencias, mis aprendizajes y mis momentos más preciados. Favio,
junto con mi padre, son las dos figuras fuertes que han marcado mi vida y por
eso es tan sentida su partida por mí.
A medida que el tiempo pasa, que vamos
creciendo y formando nuestra historia personal, también vamos haciendo
balances, sacando conclusiones, clarificando el lugar que ocupamos dentro de
nuestro ámbito, de lo que nos tocó en suerte y ese intento de arqueo individual
y recuento propio que muchas veces hacemos cuando termina un año, nos hace
reflexionar en pos de lo que ya alcanzamos y de lo que aún anhelamos.
Si bien, la tristeza que se
siente al perder un ser muy querido es inevitable, también es cierto que ese
suceso doloroso, puede ayudarnos a valorar aún más todo lo que nos rodea, lo
que hemos logrado hasta aquí, el amor que sentimos por los que queremos y nos
quieren, esa circunstancia difícil de saber que el ser amado no está más, nos
ayuda a dimensionar un poco más lo nuestro, lo obtenido y por supuesto, lo
vivido hasta aquí.
Hace algunos días, en una
entrevista me preguntaban quién era yo y espontáneamente respondí que me sentía
un pibe que nació en el barrio de Palermo, con la suerte de haber tenido una infancia
y adolescencia feliz, criado en una familia que me inculcó valores de respeto, educación
y trabajo, que soy un cantante con suerte, buen amigo de mis amigos, un papá
orgulloso de mis hijos y un hombre agradecido a la vida. Y realmente es así.
Siento que debemos ser agradecidos cuando percibimos esa sensación, porque
además es muy noble y honrado serlo, para uno mismo y para los demás.
Las pérdidas afectivas nos marcan
a fuego y también nos acompañan por siempre, ya que ese sentimiento que uno estableció
en vida desde el amor, en forma palpable, se transforma en volátil y abstracto,
pero también en presente, sublime y elevado.
Un nuevo año comienza y en
definitiva es un hecho anecdótico de la numerología, ya que no empieza ni
termina algo puntual, sino que es una continuidad de nuestro sendero, una
prolongación de nuestro trayecto en este hermoso camino que es la vida; con sus
matices, con sus irregularidades, con sus escalones más altos y más bajos, pero
con sus atractivos, sus placeres y encantos también, que hacen de nuestro
recorrido algo único e irrepetible.
Les deseo, nos deseo, un mundo
más estable, más armonioso, más contemplativo, más justo, más equilibrado, más sano
y no quiero que suene a lugar común, si bien puede parecerlo, sino quiero que
lo reciban sinceramente, de manera franca y directa, porque si cada uno y todos
juntos tomáramos real consciencia de que solo nosotros podemos modificar las
cosas para mejorlas, de que las diferencias extremas no ayudan a limar
asperezas, de que sembrar alegría es superior a generar desdicha y que eso
depende solamente de nosotros, quizás encontremos vivir una vida mejor.
¡Muy buen 2013 para todos!
FELIZ AÑO NUEVO ORLANDO.-!! CARIÑOS.!!
ResponderEliminarFeliz Año querido Orli!!
ResponderEliminarCuanta verdad en lo que decis Orlando querido!!!! Te deseo que se te cumplan todos tus deseos en compañia de tu familia y seres quridos. Te lo mereces porque sos buena gente y gran talentoso. Feliz año nuevo!!!!
ResponderEliminarOrlando Feliz ano nuevo tambien nuestros mejores deseos para ti desde Japon
ResponderEliminarFeliz 2013, Orlando! Beso grande!
ResponderEliminarFeliz año Tano un fuerte abrazo---Jorge Picó-
ResponderEliminarLo mejor de la vida para vos Orlando!!! se te quiere amigo!!!! beso y abrazo.
ResponderEliminarFeliz año Orlando!! Bendiciones para tu vida!!
ResponderEliminarQUE TENGAS UN HERMOSO AÑO ESTE 2013 Y QUE SE CUMPLAN TUS METAS UN ABRAZO DESDE PERU..
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