Estoy en una etapa de mi vida donde intento vivir lo más plenamente
posible, y parte de esa plenitud tiene que ver con tratar de no callar nada. Mi
personalidad de sagitariano de la primera semana de diciembre, además de observador,
pasional e impulsivo, tiene entre otras características, un alto grado de modestia,
reserva y timidez, (aunque a veces no lo aparente… lo de la timidez, digo…), particularidades
que han marcado mi infancia, adolescencia y gran parte de mi adultéz también.
Con los años, he ido modificando gradualmente ese retraimiento social y hoy me
nutro firmemente de la expresión en varias de sus variantes, entre ellas las de
subirme a un escenario, decir las cosas que pienso frontalmente o escribir en
este blog, por ejemplo.
Este pequeño preámbulo a mi reflexión de hoy, es para explicarle
a aquellos que lean mi comentario, que el hecho de decir lo que se cree naturalmente,
lo que se siente abiertamente, muchas veces da lugar a incomodidades, a
discrepancias, a enojos o enfados. A esta altura del camino, prefiero priorizar
mis sentimientos a evitar fastidios de los que puedan darse por aludidos.
Durante el fin de semana pasado, comenzó la segunda edición
de Unasur Cine, un importante festival cinematográfico que se realiza en la
Provincia de San Juan con gran despliegue organizativo, excelente desarrollo de
producción y enorme responsabilidad cultural. La apertura del mismo se concretó
con un homenaje a Leonardo Favio, mejor dicho, y respetando lo que su hijo Nico,
mi querido Nico, con buen criterio creativo y total autoridad hereditaria estipuló
desde el fallecimiento de su padre, fue una ‘celebración de la obra viva de
Leonardo Favio’. Participaron Federico Luppi, como una suerte de conductor del
espectáculo, el mismo Nico cantando algunas de las canciones del repertorio de
Leonardo, con su personal talento vocal y musical, Pocho Leyes y Luis María Serra,
compositores de la música de uno de los films de Favio, “Juan Moreira”, que
recrearon parte de esa obra magnífica, el guitarrista Pilin Massei, la actriz
Antonela Costa, leyendo una carta de su padre Martín Andrade, gran amigo de
Leonardo y colaborador suyo en varias de sus películas, y Natalia Pelayo,
recreando como bailarina el personaje de la Francisca, que interpretó en la
última obra fílmica de Favio, que fue “Aniceto”.
Me hubiera gustado estar presente, inclusive aunque no
haya participado del show, tan solo como espectador, ya que imagino que
habrá sido muy emotivo el recuerdo de mi entrañable Leonardo. A veces, las
cosas no son como uno desea, por eso repito que me hubiese gustado mucho haber
podido participar del espectáculo, con total humildad, desde mi afecto cercano
a él y la sencillez artística de mi disco con sus temas, pero en realidad lo
que me moviliza a escribir esta nota es la omisión total del nombre de mi
padre, Orlando De Benedetti, en la extensa retrospectiva que figura en la
información de la página oficial del Festival Unasur Cine http://www.unasurcine.com.ar/index.php/secciones/funcion-de-clausura,
donde publican la comunicación detallada del tributo realizado a Favio. En la
sección de la película “Nazareno Cruz y el lobo”, en la cual mi padre fue co
productor con Leonardo, no solo excluyeron el nombre de mi viejo en la ficha
técnica, sino que incluyeron como productor a Horacio Labraña, hermano menor de
Favio, hijo de Laura, la mamá de ellos, con su segundo marido. Horacito, así lo
llamo desde niño y él me dice Orlandito a mí, recíproca y afectuosamente, fue partícipe de
la producción como asistente o colaborador principal, si se quiere, pero no como
productor del film. Me llamó la atención que no figurara mi padre en esa
información y que además lo incluyeran a Horacio en ese rol, del que tengo un
cálido recuerdo de esos años y muy presente en mi memoria aún su participación como actor inclusive, en algunas escenas de “Juan Moreira”,
donde participó como uno de los ‘milicotes’ que atrapan al ‘Cuerudo’, encarnado
por Edgardo Suárez, que termina delatando a Moreira (Rodolfo Bebán) y a su
ladero Andrade (Jorge Villalba).
No le cargo la responsabilidad de este olvido a la gente del
festival, todo lo contrario, sino a quien o quienes les han brindado el detalle
de la información para incluirlo en la página web y el programa oficial, ya que
también he visualizado algunos otros errores que rozan la desinformación o, por
lo menos, el desconocimiento puntual de los colaboradores de Favio en varios de
sus films. Presumo que no es un problema de tipeo ni equivocación
circunstancial, porque excluyen a Tito Hurovich, también, como co productor
junto a su hermano Alberto de “Juan Moreira” y confunden además en varias
fichas, el nombre del montajista Antonio Ripoll por Antonio Ripio, habiendo
sido parte esencial de casi toda su filmografía, como responsable del montaje de
seis de sus películas, desde “Crónica de un niño solo” hasta “Soñar, Soñar”,
incluyendo “El romance del Aniceto y la Francisca”, “El dependiente”, “Juan
Moreira” y “Nazareno Cruz y el lobo”.
Quizás para muchos es insignificante, irrisorio, ésto que
evidencio y no terminan de comprender el por qué de mi queja, pero creo que no
está mal decir lo que uno piensa y siente, porque desde el lugar de hijo, me
molesta que marginen el nombre de mi viejo como productor (con lo que eso
significó para él en aquella oportunidad, los que conocen la historia saben de
lo que hablo), que incluyan en su lugar a otro, que aunque sea el querido Horacito, no es quien corresponde, en un film que hasta nuestros días, mantiene el récord absoluto
de asistentes en la historia del cine en nuestro país: 3.7000.000 espectadores.
Para la próxima vez, espero que actualicen y recompongan los
datos fidedignos de las fichas técnicas de los films y no cometan más
omisiones. Con mi total respeto y consideración a los responsables de los
desaciertos.
FE DE ERRATAS: La palabra errata viene de cosas erradas. Una
errata es una equivocación material cometida en lo impreso o manuscrito. La fe
de erratas de un libro o publicación es un método usual de edición posterior a
la producción de un libro o documento, en el que los errores que se han
detectado en el ejemplar producido son identificados en una página de papel que
es insertada en el libro con la corrección que debe hacerse en cada caso. En éste, precisamente, será para la próxima… espero…
Flaco, te debo decir que sos un capo total!!!!!! No sé a quién le cabe el sayo, pero al que sea lo hiciste mierda con una clase espectacular!!!!!! Te felicito Netti. Mis aplausos para vos!!!!!
ResponderEliminarClap clap clap clap clap!!!!! Yo tambien aplaudo
ResponderEliminarEsta muy bien lo que haces, hay que hacer respetar el apellido y el recuerdo de tu padre que tanto hizo no solamente por Favio sino por muchos otros a los cuales ayudo siempre. Soy testigo de eso y vos tenes la misma madera. Te felicito, saludos y suerte
ResponderEliminarBien ahi!!!!!!!! Honrar el recuerdo de los padres es honrarse a si mismo por eso te felicito Orlando.
ResponderEliminarEstimado y querido amigo, te entiendo y me duele que mi nombre este involucrado en cualquier mal entendido en referencia a tu padre y a mi participación en Nazareno,no participe en ninguna parte, ni momento de la organización de dicho homenaje, independientemente de que este sumamente agradecido por el mismo, te ruego aceptes mis disculpas por el dolor que entiendo, tremendo olvido solo pudo haber sido por las premuras de sus realizadores.
ResponderEliminarUn entrañable abrazo con mis cariños de siempre
Horacio Labraña