Muchas veces he opinado sobre el contenido del programa que
conduce Alejandro Fantino en América, “Animales Sueltos”, y en su gran mayoría,
mi consideración fue crítica por distintos motivos que envolvían el trato
desconsiderado para ciertos artistas, temas que rozaban lo burdo, lo chabacano,
ciertas conversaciones y comentarios desagradables, en fin… cosas que suceden
en la televisión y que lamentablemente, nos vamos acostumbrando a ver y escuchar
de manera regular.
Desde el año pasado, el ciclo se desdobló y además del ‘living’
de varios invitados al mismo tiempo, algunas veces por semana, intercalan el
formato original con una charla personal entre el conductor y un solo
visitante. Ayer, el convocado fue el Doctor Facundo Manes, un neurocientífico
argentino, nacido en Salto, Provincia de Buenos Aires, que estudió en la
Universidad de Buenos Aires, donde se graduó en 1992 y, luego en la Universidad
de Cambridge, Inglaterra (Master in Sciences). Una vez concluida su formación
de posgrado en el exterior (Estados Unidos e Inglaterra) regresó al país con el
firme compromiso de desarrollar recursos locales a fin de mejorar los
estándares clínicos y de investigación en neurociencias cognitivas y
neuropsiquiatría. Creó y dirige actualmente INECO (Instituto de Neurología
Cognitiva) y el Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro en Buenos
Aires. Cabe destacar que ambos institutos son líderes en publicaciones
científicas originales en neurociencias cognitivas. Manes, también es
presidente de la World Federation of Neurology Research Group on Aphasia,
Dementia and Cognitive Disorders y de la División Latinoamericana de la Society
for Social Neuroscience. Además fue docente de la Universidad de Buenos Aires y
de la Universidad Católica Argentina. Actualmente es profesor de Neurología y
Neurociencias Cognitivas de la Facultad de Medicina y de Psicología de la
Universidad Favaloro y fue nombrado Profesor de Psicología Experimental en la
University of South Carolina de Estados Unidos. Es también Investigador del
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de
Argentina y del Australian Research Council (ACR) Centre of Excellence in
Cognition and its Disorders.
El Doctor Facundo Manes ha publicado 150 trabajos científicos originales en las más prestigiosas revistas internacionales de su especialidad como Brain y Nature Neuroscience. También brindó conferencias en varios foros científicos internacionales como la “Royal Society of Medicine” de Londres y la “New York Academy of Sciences, entre otras. Su área actual de investigación es la neurobiología de los procesos mentales. Cree en la difusión de la divulgación científica en la sociedad y está convencido de que la riqueza de un país se mide por el valor del capital humano, la educación, la ciencia y la tecnología, y que allí está la base del desarrollo social. De todo esto trató la charla con Alejandro Fantino y realmente fue uno de las mejores entrevistas que le vi realizar, no solo por el tono aplacado, concentrado y sólido que utilizó, sino también porque se vislumbraba la dedicación y estudio que designó a los temas en cuestión. Sus preguntas fueron muy interesantes, el desarrollo de cada una de ellas tuvo una narración comunicativa brillante y consistente, sin dejar de ser fácil de comprender para el espectador común, su ‘ida y vuelta’ con una eminencia como el Dr. Manes fue además de cordial y amena, muy sustancial e interesante. La gran audiencia popular con que cuenta su programa tuvo la oportunidad de asistir a un diálogo enriquecedor no solo desde el punto de vista médico, sino también desde lo social y humano.
El Dr. Manes, un hombre joven de 45 años, tiene la capacidad de expresar sus pensamientos de una forma tan instructiva como sencilla, y todo lo que dijo anoche en “Animales Sueltos” fue para guardar en la memoria y el corazón, porque además de desplegar su gran sabiduría y enorme experiencia médica, dio cátedra de clase humana y sensibilidad social, rescatando el valor fundamental que le da a nuestro país y la importancia que tenemos todos como ciudadanos para hacer un país y un mundo mejor en el futuro.
Entre la inmensa cantidad de reflexiones interesantes que
dijo, hubo un concepto que me pareció
atractivo remarcar: - “Yo miro para el futuro, no para atrás. Lo hecho, hecho
está. No le endilguemos la culpa a un gobierno, a dos o a tres. No
confrontemos, unámonos en pos del bien común. Todos somos responsables de que
las cosas mejoren. Hagamos en conjunto, cada
uno desde su lugar, lo posible para avanzar y prosperar” -. Creo que fue un
buen mensaje como cierre de un programa excelente que Fantino decidió realizar,
demostrando que no siempre lo banal y supuestamente ‘divertido’ es lo que
entretiene y acapara audiencia.
Si bien, ya lo había descubierto en un programa que hacía
por C5N (“Enigmas del cerebro”), anoche sentí una gran satisfacción al verlo y
escucharlo al Doctor Facundo Manes en un lugar que comúnmente es ocupado por
otro estilo de visitantes; pienso que necesitamos que los medios difundan más
personalidades así y que los dueños de los canales, los directores artísticos,
productores y responsables de lo que se emite, se den cuenta que no todo es
pelea, puteada, polémica y debate.
- “La memoria no es el hecho que vivimos, es lo último que recordamos” - dijo el Dr. Manes y es bueno recordar que Fantino, también, hace este tipo de programas para generar una tele mejor.
Felicito con vigor y franqueza a Alejandro Fantino, a su
producción, por acompañar y respaldarlo en la determinación de afrontar a la
competencia de Tinelli y compañía con su show repetido y trivial, con una
entrevista afable, formativa, moralizante y ejemplar, que renueva las
esperanzas de una televisión más enriquecedora a todo nivel.
NUEVO LIBRO
¿Cómo tomamos cada una de nuestras decisiones?
¿Qué es la conciencia? ¿Y las emociones? ¿De dónde viene la inteligencia? El
cerebro humano es la estructura más compleja del universo, tanto, que se
propone el desafío de entenderse a sí mismo. Todo lo que hacemos depende de
esta “máquina” casi perfecta, que contiene más neuronas que las estrellas que
existen en nuestra galaxia. Hasta hace solo algunas décadas estas incógnitas
eran abordadas únicamente por filósofos, artistas, líderes religiosos y
científicos que trabajaban de manera aislada.
Sin embargo, en los últimos años las
neurociencias emergieron como una nueva herramienta para intentar entender
estos y otros enigmas. Por tratarse de una disciplina tan importante, ligada a
preguntas e interrogantes vitales, es fundamental que su trabajo y sus logros
no queden atrapados en laboratorios, sino que sean conocidos y puestos en común
por todos y cada uno de nosotros. Y es ahí en donde un libro como Usar el
cerebro se vuelve indispensable. Porque Facundo Manes –una autoridad
internacional en el tema– de la mano de Mateo Niro, no solo dejan en claro que
el estudio neurocientífico resulta tan apasionante como innovador, sino que,
más allá de sus alcances, ha logrado progresos y descubrimientos que
permitieron enriquecer la calidad de vida de millones de personas. En pocas
palabras: conocer nuestra mente para vivir mejor.
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