Según cómo se afronte, la realidad puede ser vivida con fe, optimismo y esperanza, también podemos transcurrirla con desaliento, frustración y dolor, todo depende de uno. El “negocio” de muchos miserables inescrupulosos es crear desconcierto y provocar desánimo para aprovechar esa incertidumbre en favor propio. Hijos de malas madres existieron siempre, los hubo antes, los hay ahora y, lamentablemente, los habrá más adelante; lo importante es no bajar los brazos y saber que cuanta más fuerza se emplee en cada una de las variantes, más vamos a profundizarla, tanto para mal como para bien. Por eso, en épocas complejas como las actuales, donde todo pareciera guiarnos hacia el pesimismo y la decepción, hay que preservar las ideologías, ampararse en los ideales y defender las convicciones con más solidez que nunca. Al cinismo, el desprecio y la hipocresía hay que contrarrestarlos con serenidad, entereza y tenacidad.
MOTIVO
Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)
jueves, 2 de mayo de 2019
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