Es muy desolador perder a los padres y es, también, muy desgarrador ir desprendiéndose de las cosas que pertenecieron a ellos. Todas las cosas de mi madre ya están en distintas fundaciones que realizan una gran obra social, ayudando a personas que carecen de muchos elementos; es una forma de contribuir a quienes lo precisan y también, permitir que su espíritu continúe en otras almas que disfrutarán parte de lo que ella fue en vida. Entre las cosas que preservamos con mi hermano, son sus recuerdos, fotos y anotaciones en un montón de sobres y carpetas que conservaba con meticulosidad. Para nuestra sorpresa, descubrimos un montón de fotos guardadas que nunca habíamos visto y entre cuantiosos negativos y slides, descubrí imágenes inéditas que llevé a revelar con ansiedad y me encontré con mi cumpleaños de siete años, que recuerdo como uno de los más emocionantes de mi vida, porque, además de mis compañeritas y compañeritos de colegio, alguien que era muy significativo para mí, me había dado la sorpresa de venir a celebrar conmigo. Él, en ese momento, estaba entre los más populares cantantes de Latinoamérica y era todo un orgullo evidenciar su cariño y predilección por mí, ante mis amigos. Tengo latente la conmoción entre las madres de los chicos que estaban presentes, acompañando a sus hijos en el cumple, por la presencia de Leonardo Favio en el medio de todos, como un chico más, acompañándome en mi día. Recuperar estas imágenes, revivir mentalmente ese momento y ver estas fotos por primera vez, me causan una gran emoción y ternura. Las comparto, no solo por mi alegría personal, sino porque sé que hay muchos fanáticos de Favio que, también, lo van a agradecer por verlo en retratos que nunca se publicaron.
MOTIVO
Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)
viernes, 5 de marzo de 2021
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