La música, es maravillosa por
muchos aspectos; porque permite crear, porque establece lazos, porque descubre
sensaciones, porque genera amor, porque legitima sentimientos, porque ayuda a
la imaginación, porque nos nutre de energía, porque origina mágicos momentos,
porque acompaña, alegra, entristece, porque hace bailar, porque sirve de
excusa, porque transmite, traslada, contagia, porque produce encuentros, porque
provoca, ambienta, apasiona, porque posibilita a los que la hacemos y
disfrutamos con ella concedernos grandes gustos como los que el miércoles 30 de
enero me daré en el Teatro Auditórium de Mar del Plata junto a la talentosa, atractiva y calificada María José Demare.
Allí estaré como invitado suyo en
el espectáculo que presenta este verano en el Café Emilio Alfaro de ese
emblemático centro provincial de las artes, donde tantos ilustres artistas han
dejado su inspiración y experiencia.
María José, además de ser una mujer
bella por fuera y por dentro, es una gran artista que abarca las artes desde
diferentes costados; es actriz, autora, compositora, cantante y también, noble,
auténtica y genuina. Por todas estas virtudes particulares y características
profesionales, es un enorme gusto para mí estar como invitado en su show, no
solo por el respeto que siento por ella sino porque su generosidad artística,
se traslada a la faz personal, y en esta etapa de mi vida, valoro mucho la
sensibilidad, el sentimiento y la conexión que tengo con las personas. Desde
que la conocí, percibí su honestidad natural, su sinceridad intelectual y su cordial
sencillez, que se potenciaron de manera espontánea con su amiga y socia, Marijo
Chemez, a quien mágicamente siento que conozco desde siempre y de quien recibo
en forma franca y abierta, una fuerte energía, bondad, decencia, templanza e
integridad.
Los que han seguido su carrera
desde sus inicios, sabrán que María José Demare es histriónica por donde se la
aprecie; los que la escucharon cantar, han percibido sus matices y calidad
vocal y los que la vieron personalmente en alguno de sus espectáculos, ya conocen
su fibra, frescura, solidez y dominio escénico, que la sitúan entre las más
destacadas intérpretes nacionales.
El vigor que la caracteriza como
cantante, se multiplica por la amplia variedad de su repertorio, donde se
encuentran ritmos tan disímiles como el rock, la balada y el tango, cadencias,
métricas, armonías y compases dispares entre sí, que en su voz se ensamblan, se
enlazan consustancialmente.
Los invito a verla, si están en
Mar del Plata el 30 de enero o el 13 y 20 de febrero, en el Teatro Auditórium
(Boulevard Marítimo 2280), Café Emilio Alfaro, a las 23.30 hs.
GRACIAS ORLANDO ,HERMOSAS PALABRAS
ResponderEliminarSaludos amigo Orlando, cuéntame como van los espectáculos. Muchos éxitos siempre!
ResponderEliminarGrossa la demare. grosso vos. Grossa la musica argentina.
ResponderEliminarque plcer enormeeeeeeeee ver estos os grosos y pasionaes juntos en el Auditorium,,,.y en otros escenarios argentinos que veran en elste 2013...gracias Orlando por sumarte !!
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