Vivimos una era compleja en muchos aspectos sociales y bastante alterada, en cuanto a economía y política se refiere, que nos lleva de un lado hacia otro como un bote a la deriva en el medio del oleaje de un mar revoltoso y turbulento. Mi intención, no es otra que volcar un pensamiento personal en un rinconcito minúsculo del gigantesco mundo cibernético en el que estamos inmersos. Tengo la necesidad interior de exteriorizar mi sentimiento actual con respecto a lo que vivimos y nos afecta a todos, porque siempre es positivo expresar las emociones, las ideas y los pensamientos. Los años de vida, además de añejarnos, nos dan experiencia y hacen que uno aprenda a observar las cosas que nos suceden desde ópticas, enfoques y análisis disímiles, que, a su vez, ayudan a entender ciertas pautas que muchas veces no se muestran claras y concisas. Estamos manipulados como sociedad, nos encontramos influenciados y somos utilizados por los medios de comunicación, que hoy abarcan un importante segmento de nuestra información cotidiana, en pos del beneficio de unos pocos, que, lamentablemente, tienen como prioridad, el egoísmo, la codicia y el poder. Ser funcional a ese sector cínico e hipócrita que logró alcanzar un objetivo puntual de manejar la opinión de millones de personas, es reducirse al mísero lugar de títere. Conozco personalmente a varios que han cedido ante el poder que produce el dinero y entregaron su dignidad moral a cambio de billetes y posicionamientos diversos en estratos sociales que nunca imaginaron alcanzar. Ésos son los débiles, los cobardes, los traidores a sus sentimientos y los que creyéndose algo que nunca serán en realidad, van por la vida dando lecciones de lo que, supuestamente, corresponde hacer o no. Periodistas, politiqueros, nuevos falsos representantes de la sinceridad, camuflados en supuestos emisarios de la palabra, la fe y la armonía espiritual, dan lecciones a diario de lo que está bien y está mal. ¿Desde qué lugar se erigen dueños de la verdad? ¿Qué curso inconsistente les da el título de saber lo que hay que realizar para tener una vida mejor y desde ese pedestal, tratar de influenciar a mentes frágiles y timoratas, que por distintas circunstancias se encuentran vulnerables? No sé a quién pueda interesarle mi opinión, seguramente no será relevante para muchos, pero me conformo con solo hacer reflexionar a algunos que lean esto para repasar y replantearse hacia dónde quieren ir verdaderamente. ¿Qué realidad quieren para sus presentes, que mundo futuro desean para sus hijos y nietos, qué existencia prefieren para la gente que quieren? Yo, por lo pronto, necesito bregar por mis convicciones que están recubiertas de valores éticos, prioridades honestas, actos solidarios, momentos divertidos, alegres y festivos, también, pero, fundamentalmente, de funciones unánimes, fraternales, amistosas, que se concentren en hacer el bien, para uno mismo y para el prójimo, porque de esa forma, ayudando al otro, nos hacemos un favor a nosotros. No es una frase hecha, es así verdaderamente. Y si eso comienza a ponerse en práctica masivamente, empezaremos a cambiar lo que está mal, aunque parezca inviable, irrealizable e irrecuperable. Con buena voluntad, mucho esfuerzo, suma honestidad, fuerte trabajo y real sinceridad, estoy convencido de que podemos intentarlo primero, para después concretarlo. Es una cuestión de decisión general. En tanto y en cuanto sigan existiendo personajes miserables, cizañeros y especulativos, como vemos cada día, hoy, más que nunca, lo veo muy difícil. Basta con repasar los ejércitos de Trolls en Twitter, la desquiciada brigada periodística de mercenarios que nos infecta diariamente con su veneno y gente que los apoya por el solo hecho de odiar una idea o aborrecer a alguien específico, nos da la pauta que esto seguirá camino al desencanto, al desconcierto y al desgobierno. Todos tienen responsabilidad de la realidad que nos toca, todos, y las divisiones internas no suman, ni ayudan a solucionar los problemas existentes; tampoco sirve que los opositores (culpables directos en un enoooorrrrmmeeee porcentaje del desastre económico actual) retroalimenten su desprecio por todo lo que no sea afín a sus intereses y arenguen el malestar social como método de persuasión. ¿Los que se regocijan con el caos y generan más calamidad aún, qué pretenden? ¿Un golpe de Estado? Por lo que se ve, lee y escucha en sus medios comprados, pareciera que sí. ¿Y esa sería la solución? ¿Y quiénes se harían cargo de solucionar los problemas, los mismos que hace muy poco tiempo atrás provocaron la deuda más infame e indecorosa de nuestra historia? ¿Los que dejaron al país en una situación catastrófica a nivel social, inflacionario y de pobreza? ¿Los que venían a “salvar” la República y se tuvieron que ir por su incapacidad, ineficacia y corrupción? ¿Los que querían dejar de abrir Universidades y sustentan anular varios ministerios, si volvieran al poder, dejando solo 8 y desdeñando los de cultura, salud y educación, entre otros? ¿Los que avalaron endeudar al país de manera inescrupulosa, sin la aprobación del Congreso de la Nación, y provocaron la insolvencia futura por décadas enteras? ¿Los que menosprecian nuestra soberanía territorial y prefieren desligarse de las Malvinas? ¿Los que mintieron descaradamente y no han cumplido, ni siquiera con una de las promesas que pregonaron en campaña? ¿Los que ahora se muestran como alternativa para resolver lo que ellos no fueron capaces de enderezar en cuatro años de Gobierno? ¡Por favor! Los únicos que podemos modificar esta triste actualidad somos los ciudadanos bien intencionados, que trabajemos por el bien común, que dejemos de lado las mezquindades, que intentemos confinar la corrupción, que concibamos al prójimo como a nosotros mismos. Ya sé… muchos pensarán: ¡Qué iluso o qué boludo! Bueno, seré un boludo y un iluso, pero con la convicción de saber que Argentina es un gran país que, a pesar del contexto mundial y la complejidad coyuntural universal, tiene todas las condiciones para que todos vivamos mejor de lo que lo hacemos. No quiero representar un idealista desatinado, solo sueño, como muchos millones de ciudadanos más, que la pobreza se erradique, que la educación sea el puntal de un plan estructural, que la seguridad se fortalezca y nos proteja verdaderamente, que la salud abarque a todos por igual y que la corrupción no sea el método que comprenda al sistema general.
ORLANDO NETTI
Siempre con los pensamientos expresados justos , muchos de nosotros pensamos y sentimos lo mismo.
ResponderEliminarRespecto a un golpe de Estado , éso se está haciendo hace rato en los llamados golpes blandos desde ésos pseudos medios de comunicación o los mismos comunicadores , por empresas, por el ''campo'', por la oposición , etc .
Desde ayer a la tarde es como q tengo una sensación ya existente pero que se profundizó mas, de decepción ,de incertidumbre , de desunión. Tristemente triste .
Más allá de la tristeza, incertidumbre y cierta desolación que genera el clima creado, no hay que dejarse cooptar por la decepción. Al contrario. Igualmente, si en 40 minutos de publicadas estas reflexiones sos la única que participó, aportando tu opinión y sentimiento, es un indicio de que ninguna idea positiva o esperanzadora moviliza, ni incentiva. En fin... Te mando un beso grande y el agradecimiento por volcar tu pensamiento.
Eliminargracias a vos. Abrazo gigante .
EliminarEstimado Orlando ni iluso,ni boludo nuestra generación tiene esos conceptos claros y tristemente vemos como nuestros países se van al abismo,me duele mucho ver a nuestra Argentina ( Me tomo la libertad de decir nuestra,viví ahí 4 veces tengo grandes afectos y la siento mi 2° patria ) como está ahora la conocí pujante,prospera llena de oportunidades 😪 mi Chile anda parecido no sé realmente que va a pasar esta todo podrido y nos duele porque somos ciudadanos bien paridos,trabajadores,luchadores,lleno de esos valores que nos heredaron nuestros amados viejos 😪 un abrazo sincero desde Chile 🇨🇱🤗🙏🇦🇷
ResponderEliminarVivimos una compleja, lunática e inusitada era, estimado José. Un gran abrazo.
EliminarComparto plenamente tus palabras. No hay nada más que agregar.
ResponderEliminarQué bueno que coincidamos. Un fuerte abrazo, Claudio.
EliminarEstoy con vos ! Lo que tienen capacidad y sobre todo estudios y juventud, no los dejan actuar nececitamos un cambio para Bien , educación, salud es lo mas afectado en estos momentos, y seguridad también necesitamos, hay mucho por corregir, para poder salir adelante, todos podemos aportar con un granito de arena, aveces el que muy buenas intenciones no lo dejan,el egoismo puede mas!.
ResponderEliminarAsí es, Amalia. Un beso grande.
EliminarGracias ! Un abrazo,
EliminarComparto totalmente, cada palabra...
ResponderEliminarTodo dicho y q simple amigo
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