No es que esté
desesperanzado, no es que me haya desmoralizado plenamente, no es que esté
desilusionado de todo, no es que esté desalentando el futuro, no es que me haya
desengañado a esta altura de mi vida… Es que veo la realidad que nos acorrala,
lo que nos sucede socialmente, lo que pasa en la política, la mediocridad que
acecha los distintos ámbitos de trabajo, en general, la desidia que encuentro
en una gran cantidad de personas, el desinterés por el prójimo, la ineptitud de
muchos que ocupan cargos para los cuales no están capacitados, la vulgaridad
reinante en tantos aspectos morales y éticos, la ambición desmedida que existe
por el dinero, la angurria por el poder, la hipocresía reinante en muchas
personas que se muestran de una forma y en realidad, son todo lo contrario, la
poca solidaridad colectiva, la corrupción diversificada que no distingue
ideologías, ni partidos políticos y otro montón de cosas que podría seguir
enumerando, que hacen de mi optimismo natural de siempre, una apatía engorrosa,
de la cual no quisiera contaminarme. A lo largo de mi vida, ser positivo,
decidido y emprendedor han sido tres de las características más marcadas de mi
personalidad, pero hoy, por momentos, esta triste, sombría y desvalorizada
actualidad, me produce una gran pena y, también, mucha inquietud por la
incertidumbre que domina el presente de millones y millones de personas. Cada
vez que publico mis sentimientos referentes a ciertas circunstancias que tienen
que ver con lo que nos sucede cotidianamente, encuentro poca receptividad o,
por lo menos, una escasa participación de los que puntual o circunstancialmente
visitan este espacio cibernético, aunque intuyo que también tienen que ver los
famosos algoritmos o quienes determinan las reglas impuestas en las redes
sociales, pero creo que compartir lo que se piensa, además de ser una forma de
desahogo, es una manera de contribuir a la consideración o introspección de los
demás. Nos aconsejan publicar las reflexiones en tres oraciones, pero, a veces,
es imposible resumir los pensamientos en tan pocas líneas. En fin… sé que sería
mucho más grato transmitir cosas un poco más triviales o superfluas, que estos
comentarios pesarosos, pero, a veces, los sucesos y la coyuntura, se apropian
del buen ánimo, la euforia y la ilusión. Espero, sin embargo, que podamos
evolucionar y mejorar por el bien general y que tomemos conciencia que el voto
es la mejor herramienta que tenemos en Democracia cuando se utiliza con
responsabilidad, con memoria, con sensatez, madurez, compromiso y seriedad. No
se lo demos a cualquiera por bronca, rabia o antipatía porque estamos
decidiendo nuestro futuro.
MOTIVO
Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)
miércoles, 11 de octubre de 2023
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