ASÍ ES INVIABLE

Lamentablemente, creo que la división política en Argentina no tiene conciliación. Existe un segmento del país que odia al otro sector con exaltación y vehemencia y cuando el aborrecimiento y el desprecio por el otro, supera al raciocinio y el intelecto, no hay forma de concordar. No sé qué deparará el destino para nuestro futuro, pero, evidentemente, hay un sector de la población que detesta a la otra fracción y de esa manera, no existe ningún acuerdo factible. Es triste. Es penoso. Es lacerante. Y lo más preocupante es que todo ese asco y rencor, se puede transformar en algo mucho más escabroso e indeseable. Con mentalidades tan enfermas que desean hacer ‘desaparecer’ un partido político y la muerte de otros porque piensan distinto, es imposible poder acordar nada que beneficie al conjunto de habitantes de nuestro hermoso país. Los que intentamos buscar formas de acercar voluntades, o, por lo menos, pensamos de qué manera se podrían concretar, nos encontramos con almas oscuras y patéticas, llenas de resentimiento, difíciles de armonizar. Buscan la confrontación constante con ofensas, injurias y provocaciones, que, en algún momento, pueden tener consecuencias infortunadas, pero, evidentemente, no es lo más conveniente para nadie. Resulta absurdo e incongruente dialogar con personas necias y cerradas, aunque, humildemente creo que, deberían reflexionar sobre su repulsivo sentimiento, o, por lo menos, darse cuenta que el enfrentamiento extremo, no lleva las cosas a buen puerto. Le concierne a políticos, periodistas y votantes que suponen que, con temor y odio, pueden lograr su objetivo. Por si lo dudan, les confirmo que no.