Cada uno vive sus vicisitudes de la manera que quiere o puede. Trato de sobrellevar la muerte de mi mamá con fortaleza, firmeza y solidez, pero también me permito lagrimear, lamentar y penar. Transcurrir el duelo de un padre y una madre, cuando todo lo que nos dieron fue amor, cobijo y contención, es muy abrumador, ya lo pasé con mi viejo hace 31 años y hoy lo vivo con la partida de mi madre. Aunque parezca extravagante, la existencia de las redes sociales, ayuda a volcar el sentimiento al espacio cibernético y es una forma más de desahogo y fluidez. Exteriorizar la tristeza, la conmoción y el pesar, contribuye, en parte, a descomprimir la congoja y el dolor. Compartir fotos, también, es un modo de conservar el amor, porque mantiene presente el recuerdo y consolida el sentimiento de los momentos que se llevan en el corazón.
MOTIVO
Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)
miércoles, 23 de diciembre de 2020
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