Agradezco haberla tenido hasta sus lúcidos y autónomos 90 años. Valoro el tiempo compartido, el amor recíproco, las conversaciones francas, las risas abiertas y las alegrías imprescindibles. El destino decide hasta cuándo, dónde y cómo. Aceptar la realidad es la forma de enfrentar la pérdida, aunque la tristeza y el dolor invada el alma de manera profunda y las lágrimas surjan sin llamarlas. Sé que hay que quedarse con lo compartido, pero, por momentos, es inevitable el desconsuelo de saber que ya no está. En fin... publicar momentos con ella, es una forma más de mantenerla presente.
MOTIVO
Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)
viernes, 18 de diciembre de 2020
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