Repaso las fotos junto a mis padres cuando era chiquito y, además de palpitar alegría y ternura, me retrotraigo al amor que siempre me entregaron. Estar agradecidos a las personas que nos formaron, además, ayuda a nuestra propia felicidad actual porque agradecer, genera un sentimiento de emociones positivas. Agradezco el padre que tuve, la madre que me parió y el amor que me abrazó siempre y rodea a lo largo de la vida. Ser feliz en la niñez, indudablemente, origina serlo, también, en la adultez.
MOTIVO
Espacio dedicado a toda clase de comentario libre y espontáneo, despojado de intereses de cualquier tipo (y mujer)
domingo, 27 de diciembre de 2020
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